Garantizar la seguridad, fácil decirlo difícil hacerlo

 
Carlos Velázquez
hrs.

Cuando el presidente López Obrador dio a conocer su proyecto para apoyar a las familias “ricas”, al presentar su plan económico para salir de la crisis del Covid-19, aplicó la misma fórmula irónica que utilizó durante el pasado Tianguis de Acapulco.



En ambos casos dijo que para ellos habría un país en paz, seguro, donde la gente conviviría armónicamente y que ese era el mejor ambiente para hacer negocios.

Seguramente, como le pasó a Luis Barrios, presidente de Cityexpress, quien pidió en el Tianguis de Acapulco 2018 recursos para la promoción de la Marca México; los empresarios también se quedaron con cara de what?, como en aquel famoso anuncio de las clases de inglés.

La semana pasada se reunió la Mesa de Seguridad Turística, convocada por la Secretaría de Turismo y los empresarios, y allí Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), presentó un documento sobre la importancia que tendrá la seguridad al regreso de la actividad turística.

Digamos que fue tomarle la palabra al Presidente, para marcar los aspectos importantes a fin de cumplir con esa oferta de garantizar la seguridad; que además es parte de las atribuciones del Estado y una obligación de los gobiernos.

El trabajo se llama Propuesta de Seguridad para destinos turísticos y señala que según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la percepción de inseguridad subió de 72.9% en diciembre a 73.4% en marzo; aunque en los destinos de playa bajó de 67.4% a 64.7 por ciento.

Los homicidios al año por cada cien mil habitantes en México era en 2017 de 24.8; mientras que en Estados Unidos era de 5.3 y en Canadá de sólo 1.8.

Ahora con la Pandemia del Covid-19, la pérdida de empleos y de ingresos familiares, anticipa el CNET, aumentará la delincuencia de los destinos turísticos de ciudad y de playa.

Por ello, advierte sobre la necesidad de un Plan Emergente de Contingencia, con el turismo al centro de la estrategia.

También que se aseguren los destinos turísticos en términos de seguridad personal, patrimonial y social; además de que se proyecte una imagen de confiabilidad a nivel nacional e internacional que motive a viajar.

Efectivamente, cumplir a cabalidad el compromiso de la seguridad en los destinos será un aspecto fundamental para el regreso y un reto más grande cumplirlo que prometerlo.

Divisadero

Semáforo Covid-19. Ayer el Secretario del Tesoro de la Unión Americana, Steven Munch, dijo de plano que es muy duro anticipar en este punto cuándo se reabrirán los viajes internacional y que quizá ocurra hasta finales de año.

En cambio el funcionario hizo un llamado a sus compatriotas a viajar en su propio país, quizá por carretera.

Además de todos los retos, habrá una presión muy grande de los destinos estadounidenses para fomentar antes que nada el turismo interno, lo que hará todavía más relevantes que los destinos mexicanos peleen estratégicamente por una tajada del pastel. Certificaciones covid free y tipo de cambio, serán las herramientas para lograrlo aunado a una promoción estratégica.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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