No es exagerado decir que hoy los retos migratorios son los más relevantes para el turismo mexicano; si medidas implementadas por este gobierno, como la supresión de las visas a brasileños y colombianos han tenido resultados muy positivos, es difícil entender por qué no hay más avances en el mismo sentido.
Una de las áreas de oportunidad más importantes es la que existe con China, un país que, el año pasado, emitió más de 90 millones de viajeros internacionales; aunque de ellos no llegaron a 40 mil los que ingresaron a México. La razón principal es la exigencia de la visa y la falta de opciones para obtenerla de manera expedita, a través de medios electrónicos.
Si México lograra captar 0.5% de los viajeros internacionales chinos, ese país se convertiría en uno de los cinco más relevantes, junto con Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña.
Pero además de este asunto, el Instituto Nacional de Migración (INM), cuyo titular es **Ardelio Vargas**, no está haciendo un muy buen trabajo que digamos en la tarea de recibir a nuestros visitantes. Los destinos mexicanos con las mayores afluencias de viajeros internacionales, no dejan de quejarse de los errores de diseño que existen en el llamado “Protocolo de recepción de turistas”.
Hace unos días un empresario mexicano importante en el negocio de los viajes, narraba que a su llegada a México proveniente de Chile se encontró conque la autoridad había invertido las filas de nacionales y extranjeros pero no lo avisaba correctamente.
De tal manera que cuando comenzó a ver personas con aspecto, acentos e idiomas de otros lugares formados adelante y atrás de él, tuvo que preguntar y cambiarse de fila, lo mismo que otras decenas de personas.
Lo peor es que en el lado de los extranjeros, la fila se volvió enorme y los agentes migratorios para recibirlos eran muy pocos; así es que cuando le planteó a los oficiales lo inconveniente de hacer esperar horas a los turistas extranjeros, ellos respondieron que eran las instrucciones que tenían.
Hoy, la Secretaría de Gobernación, cuyo titular es **Miguel Ángel Osorio Chong**, está demostrando tener poco interés por el turismo, lo mismo que su subordinado que es el comisionado del INM.
El problema de las largas filas de acceso a México para los turistas extranjeros no es privativa del aeropuerto capitalino y, ciertamente, está afectando la competitividad de los destinos mexicanos.
En estos retrasos hay problemas presupuestales; pero si, además, el INM está ejerciendo posiciones de poder y de poco interés hacia el turismo, el escenario es de lo más indeseable.
**Divisadero**
Presidente sin reflectores. Algunos de los empresarios hoteleros que han hecho fortuna en Cancún y se han mantenido en esa plaza a lo largo de los años; están sorprendidos por las actitudes de su presidente **Carlos Gosselin**, quien, recientemente, les pidió que cuando asistan a las juntas de consejo de la Asociación de Hoteles no hablen con periodistas.
Y es que, aclaró, en el momento en que ellos hacen declaraciones ya nadie lo quiere entrevistar a él…
