Fin de la era maya, mucho ruido y pocas nueces

 
Alonso Gordoa
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Si en los destinos del sureste mexicano y de Centroamérica la cultura maya tiene un papel relevante, muchos de sus herederos y beneficiarios prefieren imitar a los cangrejos de la cubeta, que se tiran entre sí para quedarse todos adentro.



Además de aquel evento en el Museo de Antropología, donde el presidente **Felipe Calderón** jugó a que un brujo prehispánico era el gobernador de Quintana Roo, el cierre del ciclo del calendario maya recuerda a una obra de Shakespeare, Mucho ruido y pocas nueces.

Y es que para comenzar, en los destinos creyeron que verdaderamente el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), cuyo director ejecutivo es **Rodolfo López Negrete**, destinaría un presupuesto especial a promover este evento.

Lo que sucedió fue que el organismo clasificó parte de sus recursos para este fin y lo asignó a sus contrataciones de espacios en los medios masivos de comunicación de 2012.

Los destinos del Mundo Maya nunca recibieron recursos adicionales.

Más allá del desánimo que generó lo anterior, no hubo el efecto multiplicador deseable y se deshilvanaron las buenas ideas que se habían tejido en torno al evento.

Tampoco se avanzó en los permisos y la organización para establecer las rutas internacionales, que permitirían seguirle la huella a los mayas que anticiparon el fin del mundo o el advenimiento de una nueva época para la humanidad.

Por si fuera poco, incluso cada una de las entidades mexicanas herederas del Mundo Maya, esto es Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo jalaron individualmente.

La historia recordó aquellos años en que los gobernadores de Yucatán se empecinaron en que la puerta de entrada para cualquier ruta maya fuera a través de esa entidad, cuando su aeropuerto tiene la décima parte de la conectividad que ofrece el de Cancún.

Hay un estudio del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), elaborado para este fin de año, que muestra unos diez logos del Mundo Maya en México.

Una situación que, en realidad, sería como para ponerle los pelos de punta a cualquier mercadólogo al que se le encargara vender un mismo producto con tantos enfoques.

Al final habrá un aumento marginal en las ventas; Experiencias Xcaret, de **Miguel Quintana Palli**, la empresa que más ha trabajado en este asunto, anticipa un aumento de 20% en la afluencia a sus parques, pero sólo en diciembre.

Darío Flota, director del Fideicomiso de Riviera Maya, anticipa 15% más también en ese lapso y a partir de allí los pronósticos son más conservadores.

Así es que cuando los viajeros constaten que no se acabó el mundo, los empresarios y directores de los destinos turísticos del Mundo Maya también tendrán que aceptar que tenían en sus manos una gema y la dejaron escapar.



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