Hace unos días comí con un empresario de Cancún, quien me comentó que acaban de hospitalizar a **Fernando García Zalvidea**, quien se encontraba muy delicado de salud. Entre preocupado y asombrado, me platicó que la última vez que habían estado juntos, García Zalvidea no había parado fumar. “En dos horas se ha de haber fumado como veinte cigarros, fuma demasiado”, me confió.
Unos cuantos días después, ya de regreso en la Ciudad de México, me encuentro con la noticia de que Fernando García Zalvidea murió.
El 6 de noviembre, el portal Hospitalitas reportó así el suceso: “El empresario Fernando García Zalvidea, murió la mañana de ayer, en la Ciudad de México, a causa de problemas derivados de un derrame cerebral, informó su hermano, Juan Ignacio García Zalvidea. García Zalvidea fue internado de urgencia desde el miércoles pasado en la capital mexicana, explicó **Juan Ignacio** en entrevista telefónica. El cuerpo del empresario será incinerado y se prevé que este jueves sus restos sean trasladados a Cancún.
Fernando García Zalvidea fundó Grupo Best Day y Real Resorts, una de las cadenas hoteleras más influyentes en el mercado turístico, además de que su agencia de viajes fue la primera en México que vendió paquetes para viajeros por Internet. El empresario estuvo encarcelado 18 meses por su supuesta participación en el delito de lavado de dinero en el llamado “maxiproceso Cancún”, pero quedó en libertad por desvanecimiento de pruebas”.
Fernando García Zalvidea, ingeniero químico de profesión, murió a los 55 años de edad, convertido en uno de los principales empresarios turísticos del Caribe Mexicano, pero no exento de controversias.
Además de su paso por la cárcel, muchos lo recuerdan también por el caso de los hoteles Riu de Cancún. El 22 de junio de 2008 publiqué lo siguiente en el periódico Milenio:
“Muy cerca del Centro de Convenciones, uno al lado del otro se ubican el Riu Palace Las Américas y el Riu Cancún, construidos de manera simultánea.
“Durante la edificación de ambas propiedades, la empresa Riu violó una serie de ordenamientos legales, de construcción y ecológicos: contaminó, destruyó la playa, levantó más pisos de los autorizados, sobre densificó y tapó la vista al mar. Los edificios fueron levantados a los ojos de todo el mundo y ninguna autoridad se dio cuenta de las anomalías, hasta que aquello fue tan obvio que estalló el escándalo.
“Ante las presiones, a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, que conniventemente se había hecho la disimulada, no le quedó más remedio que actuar. Pero, cuando intentaron clausurar las obras, fue el propio Juan Ignacio García Zalvidea, entonces presidente municipal de Benito Juárez, demarcación donde se localiza Cancún, quien apoyado con policías impidió la clausura. De momento, nadie entendió esa actitud del alcalde, pero pronto se sabría. No mucho tiempo después, según afirman documentos del Senado de la República, Riu le compró a Fernando García Zalvidea, hotelero y hermano del presidente municipal, el hotel Gran Caribe Real, por el que le pagó 200 millones de dólares, cantidad que excedía el valor de la propiedad. Hoy, el Gran Caribe Real es el hotel Riu Caribe”.
Y un año después, con motivo del VII Foro Nacional de Turismo, publiqué en ese mismo diario: “Pero no todo fue miel sobre hojuelas en el Foro. La última mesa redonda del evento se tituló: “Una industria polémica: los cruceros”, y vaya que lo fue. El tema propició un enfrentamiento entre dos de los principales grupos empresariales de Quintana Roo.
“Por un lado, estaba programada la asistencia de **José Chapur**, pero no asistió. En su lugar envió a otro hotelero: Fernando García Zalvidea, de no muy buen historial. Por el otro, estuvo presente **Miguel Quintana Pali**, presidente de Grupo Xcaret, quien desde hace varios años tiene la idea de construir en el parque Xcaret un home port, o puerto de embarque, para cruceros.
“Chapur siempre se ha opuesto a este proyecto de Quintana, por lo que mandó a García Zalvidea a exponer las razones por las cuales no debe haber un home port en la Riviera Maya. Y el argumento fundamental, según García Zalvidea, es porque afectaría a la industria hotelera.
“A esto, Quintana Pali le respondió que la verdadera razón es que Chapur quería hacer un home port en su hotel de Puerto Aventuras, pero no se pudo poner de acuerdo con la naviera Carnival; además de que luego Juan Ignacio García Zalvidea, “El Chacho”, hermano de Fernando, pretendió hacer lo mismo en Cancún cuando era su presidente municipal.
Para finalizar, llamó transa, manipulador y bandido, entre otras lindezas, a Fernando. Al final, éste buscó a Quintana para darle la mano, quien no tuvo más remedio que dársela…
Descanse en paz.