La semana pasada los miembros del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) se reunieron con el subsecretario de Ingresos Miguel Messmacher, para revisar las implicaciones de la reforma fiscal sobre el sector turismo.
El encuentro lo organizó Claudia Ruiz Massieu, la secretaria de Turismo, quien propició el encuentro, pero sin externar una posición a favor de las preocupaciones de los empresarios, como corresponde a un miembro del equipo de Enrique Peña Nieto, quien está proponiendo el nuevo marco impositivo.
Messmacher llegó con una posición conciliatoria aunque Pablo Azárraga, presidente del CNET, le planteó que hubiera sido mejor platicar primero con los empresarios debido a las implicaciones técnicas que tienen algunos planteamientos de la reforma:
1. La homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en las regiones fronterizas, que encarecerá los bienes y servicios en destinos como Los Cabos, Loreto, La Paz, Cancún, la Riviera Maya, Cozumel e Isla Mujeres.
2. El fin de la depreciación acelerada de los inmuebles, lo que desalentará las nuevas inversiones.
3. El pago de los impuestos al inicio de una operación, en lugar de hacer de manera diferida, en transacciones que involucran los tiempos compartidos y que son saldados por los compradores durante varios años.
4. El incremento del precio de la turbosina debido al fin de los subsidios fiscales.
5. La eliminación de la tasa cero para congresos y convenciones.
Al final se conformó un grupo de trabajo para revisar el conjunto de medidas, aunque el CNET comparte con el gobierno de Peña Nieto la importancia de una reforma que permita solucionar los graves problemas de pobreza y de inequidad social que existen en México.
Pero también dejaron de manifiesto, que con este nuevo marco fiscal no se cumplirán aquellas metas ambiciosas de inversión que anunció el CNET hace apenas dos meses.
Divisadero
Loreto. Si desde que entró el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), este lugar de Baja California Sur no ha podido consolidarse como un destino turístico relevante; ahora hay un nuevo motivo de preocupación.
Y es que apenas la semana pasada el Banco Inbursa, que preside Marco Antonio Slim Domit, ejerció una garantía y ahora está tomando el control del desarrollo de Nopoló que había sido adquirido por Eustaquio de Nicolás.
El presidente de Homex ha tenido problemas financieros importantes, como ha sucedido con otros desarrolladores del sector inmobiliario a partir de los cambios en el modelo de desarrollo de viviendas de interés social que impulsó el Instituto Nacional de Fomento a la Vivienda (Infonavit).
Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso del que forma parte Inbursa, ha encontrado en Loreto uno de sus destinos favoritos para vacacionar y ahora tiene la oportunidad de impulsar una vocación económica que no ha cristalizado en décadas.
