Si hasta ahora el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), no ha hecho una negociación efectiva para influir en los cambios que requiere el turismo en el contexto de la reforma fiscal, además siguen apareciendo elementos que son motivo de preocupación para los empresarios.
Es cierto que la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), cuyo presidente es Romárico Arroyo, consiguió revertir algunos de los aspectos más negativos para ese sector respecto al proyecto original de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Aunque fueron claves sus contactos dentro del nuevo gobierno, partiendo de que él mismo es miembro del PRI y fue secretario de Agricultura y director general de Fonatur en dos gobiernos priistas previos a la llegada de los panistas en 2000.
Pero además del fuerte golpe que recibirán los destinos turísticos de prosperar en el Senado la propuesta de homologar el IVA en las ciudades fronterizas, y cuyo eje de la negociación está incluso en otros sectores productivos, hay dos asuntos sobre los que ya se tiene más información respecto a las consecuencias que provocará.
Resulta que Francisco Madrid, director de la Escuela de Turismo de la Universidad Anáhuac del Norte, ya ha trabajado en dos versiones más para actualizar el estudio que hizo sobre el impacto de la reforma fiscal.
En lo que se refiere a la tasa cero para extranjeros en congresos y convenciones, hoy la Secretaría de Hacienda considera que deja de captar unos 55 millones de dólares al año.
El problema es que al revertir la tasa cero, se espera que las ventas a través de estas actividades se reducirán entre 75 y 108 millones de dólares.
Si esto sucede, la Secretaría de Hacienda, cuyo titular es Luis Videgaray, tampoco captará la totalidad de la primera cifra, pues la Anáhuac sostiene que será realmente entre 21 y 30% menos por la contracción del mercado.
Así es que captará entre 40 y 45 millones de dólares que, en términos de los números de ingresos públicos que requiere la dependencia, es algo así como cacahuates.
Como contraparte, México perderá atractivo como destino de congresos y convenciones lo que también tendrá un costo en términos de imagen y de ventas complementarias al turismo de negocios.
Los organizadores de estos eventos no han tenido una participación proactiva, pues parece que los principales afectados no serán ellos sino los hoteles y recintos donde se celebran dichos
encuentros de negocios.
Además, la Anáhuac considera que la nueva estructura de cobro del Impuesto Sobre la Renta para las personas físicas reducirá su capacidad de consumo en una cifra mayor a la estimada previamente.
Ya con la última versión aprobada para los diputados, la institución estima que los individuos gastarán unos 750 millones de dólares menos en viajar el próximo año.