**Francisco González Díaz**, director general de ProMéxico, está viviendo momentos complicados, pues la semana pasada perdió a sus dos alfiles, que eran **Daniel Tamayo** y **Alejandro Delgado**.
Claro que no parece estar muy preocupado, pues actualmente está en Alemania, donde fue embajador, y ahora sólo le hace sombra a **Patricia Espinosa**, titular de la representación mexicana en Alemania, exsecretaria de Relaciones Exteriores y diplomática de carrera.
La historia es interesante y no hay que perderla de vista, pues acusa ineficacias en el organismo clave para la promoción de las exportaciones mexicanas; en un gobierno, además, que tiene puesta la mira en la globalización para que México crezca.
**Francisco González Díaz** es un político claramente vinculado al gobierno anterior, y al Partido Acción Nacional (PAN), pero llegó a esta posición gracias a su relación con **José Antonio Meade**, secretario de Relaciones Exteriores y extitular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y uno de los funcionarios públicos más talentosos de los últimos años.
El problema es que, bajo ese paraguas, **González Díaz** apoyó a **Tamayo**, quien incurrió en problemas debido a su falta de concentración en tareas específicas que generaron conflictos institucionales, por lo que se pidió su remoción desde la Secretaría de Economía, cuyo titular es **Ildefonso Guajardo**.
Por lo que se requiere a **Delgado**, quien era jefe de la Unidad de Apoyos y Relaciones Institucionales, resulta que bajo ese cargo tan peculiar tenía un par de tareas onerosas para el gobierno federal.
Por ejemplo, desde su oficina se orquestó el tema del Pabellón Milán, con un presupuesto de 350 millones de pesos, que si bien le genera exposición a México, resulta que estratégicamente se trata de un mercado relativamente poco importante.
Habría que pensar en las razones por las que ese dinero no se invirtió en un evento similar en Estados Unidos, que nada más turísticamente representa casi 60% del mercado total, contra menos de dos por ciento del mercado italiano.
También **Delgado** apoyó otros proyectos caros, como la participación de México en la Feria de Shanghái, en un momento en que, estratégicamente, las relaciones con China no han caminado de acuerdo a lo previsto.
Pero, además, se percibió un compromiso inexplicable con la Corporación Interamericana de Espectáculos (CIE), que fue una empresa que obtuvo contratos importantes durante la administración pasada.
Sin olvidar su participación indeseable en el tema de Cabo Cortés, el desarrollo turístico en Baja California Sur, donde, en vez de apoyar el proyecto, terminó haciéndole daño.
Ambos funcionarios están fuera y ahora el asunto es si **González Díaz** se mantendrá mucho tiempo más al frente de ProMéxico.
**DIVISADERO**
Móviles. Expedia, agencia de viajes por internet, reporta que en el primer cuatrimestre del año se incrementaron 85 por ciento las reservaciones a través de móviles en México; además, en viajes domésticos su avance fue de 130 por ciento.
No es extraño que todas estas agencias se estén volcando a desarrollar aplicaciones de esta índole, que están dejando a las computadoras un paso atrás.
