Las Vegas, donde Stephen Paddock asesinó el pasado domingo por la noche a por lo menos 59 personas e hirió a más de 500, es uno de los destinos turísticos más grandes y sofisticados del mundo y hará todo lo necesario para regresar al negocio en el menor tiempo posible.
Por lo pronto, ayer su sitio en internet incluyó un párrafo puntual y preciso, firmado por Rossi Ralenkotter, presidente de la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas:
“Los pensamientos y oraciones de todos en Las Vegas es para las víctimas y sus familiares. Esto fue un incidente horroroso y todavía aislado. En este momento es importante apoyar a la policía para que concluya la investigación y para atender las necesidades de las víctimas y sus familiares. Las Vegas es una comunidad fuerte que se sobrepondrá a este trágico incidente. Estamos agradecidos, pero más allá de la aplicación de la ley, primero responderemos y continuaremos ayudando a los familiares y víctimas”.
Evidentemente el ánimo de dispendio y excesos que caracterizan a este destino, está replegado por el momento.
Según Francisco Madrid, director de la Facultad de Turismo de la Universidad Anáhuac, es previsible que la llegada de los viajeros caiga en el corto plazo aunque se recuperará pronto, partiendo de los enormes intereses económicos y la gran cantidad de recursos con los que cuenta Las Vegas.
Aunque lo que sucedió el domingo por la noche marca claramente una diferencia respecto a las situaciones violentas que han ocurrido en diferentes destinos turísticos.
Uno de los más recientes, el multihomicidio en una discoteca en Orlando orientada al segmento LGBT; destino donde las cancelaciones de viajes bajaron unas cuantas semanas.
La diferencia es que ahora un individuo probó que se puede pertrechar en cualquier habitación de la Strip, la famosa avenida principal de Las Vegas, y desde allí disparar a mansalva a miles de personas que deambulan en ella.
Situación espantosa que seguramente será olvidada pronto, pero que por lo pronto avivará el miedo que sufren millones de estadunidenses al considerarse blanco del ataque de enemigos reales e imaginarios.
Un hecho que seguramente también tendrá consecuencias en los protocolos de seguridad de Las Vegas.
DIVISADERO
BARCELONA. Mariano Rajoy, el presidente de España, tomó una decisión equivocada por la que seguramente será recordado el resto de su vida.
Todavía es muy remoto pensar siquiera en un escenario en el que Cataluña logre su autonomía; pero lo que iba a ser un experimento de referéndum sobre el tema, ahora se ha vuelto un ejercicio de autoritarismo condenado incluso por la Unión Europea.
De un día para otro el ambiente político se ha tensado a niveles insospechados en ese país, que es uno de los más visitados del mundo.
Si la situación no se resuelve pronto, entre las consecuencias seguramente habrá que incluir una baja importante en la llegada de viajeros internacionales.
Paradójicamente lo que no habían logrado hacer los terroristas, tras el ataque a Barcelona de hace unas semanas, ahora sí lo podrá conseguir el uso irresponsable de la fuerza pública.