El turismo de Chiapas tiene la oportunidad de crecer en los siguientes años, siempre y cuando junto con la expansión de su infraestructura no se descuiden aspectos básicos de servicio y calidad que caracterizan a un destino exitoso.
Tras la inauguración del Aeropuerto Internacional de Palenque, los alrededores de este extraordinario sitio arqueológico del Mundo Maya están siendo motivo de atención por parte de inversionistas de todo tipo.
Ya se hacía referencia en este espacio que invertirá Mayan Palace, de Daniel Chávez, en un proyecto de cientos de habitaciones, y Carlos Gutiérrez, quien le dio al clavo con su hotel boutique Bo en San Cristóbal de las Casas, está trabajando con un grupo de inversionistas.
El vuelo de Interjet, de Miguel Alemán, entre la Ciudad de México y Palenque está volando con altas ocupaciones; ya que por primera vez está conectando a la Ciudad de México directamente con ese destino.
Mario Uvence, secretario de Turismo de Chiapas, asegura que luego del compromiso del presidente Enrique Peña, el día de la inauguración, para construir la carretera de San Cristóbal a Palenque, ya ha estado trabajando la Secretaría de Comunicaciones y faltan meses para lanzar las bases de la licitación.
También asegura que en el próximo Tianguis Turístico de Cancún-Riviera Maya tiene acordadas citas con aerolíneas regionales para iniciar a la brevedad con rutas aéreas desde Cancún y Tikal, en Guatemala.
Acercar a Palenque a los mercados internacionales, sobre todo europeos, que tienen interés por los sitios arqueológicos de los mayas también puede atraer un flujo adicional de turistas.
El gobernador de la entidad, Manuel Velasco Coello, también le ha apostado a una campaña en medios televisivos para promover el destino, cuya ocupación hotelera creció más de 13% en Semana Santa, según reporta el propio Uvence.
Los retos, en todo caso, se concentran ahora en preparar al sector turístico de la entidad para, como dijo un expresidente mexicano de triste memoria, “aprender a administrar la riqueza”.
Los empresarios de Palenque dicen estar listos para la competencia, pero la realidad es que durante años han vivido sin sudar demasiado, ofreciendo servicios de mediana categoría y a precios rentables para ellos gracias al interés de los amantes de la arqueología.
Mientras las comunidades indígenas, ante un panorama de pobreza que es la gran enfermedad de esa entidad, hoy siguen cerrando carreteras para obligar a los viajeros a pagar un peaje ilegal que les genere algún ingreso.
En la medida en que las empresas turísticas chiapanecas fortalezcan su capacidad competitiva y el turismo genere una derrama real y legítima para los más pobres, el turismo será una palanca en esta etapa de desarrollo de uno de los estados más bellos del país.