El turismo y la devaluación de las divisas latinoamericanas

 
Alonso Gordoa
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Los funcionarios del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) que trascendieron el sexenio dicen que una de las diferencias contra el previo es que tienen más independencia.



Gloria Guevara, anterior secretaria de Turismo, quien ocupó también la Dirección General del CPTM, tenía interés en los temas de mercadotecnia turística, así es que estaba al frente de la mayoría de las decisiones.

Ahora Claudia Ruiz Massieu le ha regresado al director general, que ya no es ella, sino Rodolfo López Negrete, una mayor capacidad para asumir decisiones sobre la promoción de México.

Así es que será interesante constatar si el CPTM está teniendo o no la agilidad necesaria como para tomar decisiones más rápidas ante coyunturas específicas.

El asunto toma dimensiones mayores, en el contexto de lo que está sucediendo en los mercados cambiarios internacionales con varias de las divisas de países emergentes, entre ellas el peso.

Si hace más de un año Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, ya había advertido que el eventual incremento de las tasas de interés en Estados Unidos provocaría la recomposición de los grandes flujos de capitales, hoy ese momento ya llegó.

Es cierto que el peso ha resistido medianamente bien los embates, con una devaluación que roza 3% en el arranque de este año y que el escenario más probable es de una devaluación mayor, aunque paulatina, para recuperar su fortaleza hacia finales de 2014.

Mientras ello ocurre, ni los destinos mexicanos se abaratarán de manera relevante ni tampoco podría visualizarse una barrera para que los viajeros nacionales salgan al extranjero.

Sin embargo, otras monedas están experimentando condiciones diferentes y allí hay que mencionar el peso argentino, que se devaluó 50% frente al dólar en el último año y casi 20% en lo que va de enero.

El real brasileño, por su parte, lo ha hecho en niveles de 16% en los últimos 12 meses y el peso colombiano en 12 por ciento.

Estos tres países han registrado importantes niveles de crecimiento como emisores de viajeros a México y es previsible, sobre todo en los casos de Brasil y Argentina, que dejen de venir al ritmo al que lo estaban haciendo.

Como contraparte, hay países que están mostrando un desempeño muy positivo y allí está el caso de Gran Bretaña, que ya tiene diez vuelos semanales desde tres destinos de ese país a la Ciudad de México y a Cancún.

Además se prevé una frecuencia adicional de British dentro de unos meses y un nuevo vuelo a Puerto Vallarta.

Aprovechar el momento y reforzar la promoción allí y en otros países como Alemania sería lógico, aunque falta ver si el CPTM puede actuar con oportunidad más allá de las complicaciones burocráticas que ello supone.



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