El sindicato de Interjet pierde el horizonte

 
Carlos Velázquez
hrs.

Desde que un miembro del sindicato de Interjet, la aerolínea de Miguel Alemán Magnani, subió a las redes el video de William Shaw, director general de la compañía, advirtiendo rijosamente sobre los riesgos de que los trabajadores endurecieran sus posiciones, las relaciones laborales se han tensado.

Este fin de semana, la problemática escaló.



Para comenzar el viernes, como ya es el pan de todos los días, la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) provocó una serie de retrasos que en este caso impactaron en la capacidad operativa de Interjet.

Además, el promedio de ocupación de sus aviones fue de más de 90%, así es que se convirtió en un problema redocumentar a los pasajeros.

Y entonces resultó que varios trabajadores del sindicato de Interjet, cuyo secretario general es Joaquín del Olmo, no llegaron a trabajar.

La situación se pudo controlar porque había tripulaciones de reserva, pero el sábado avanzó el problema y, además, 12 tripulaciones no se presentaron; así es que se habla de más de 50 cancelaciones para los primeros seis días de abril que representan cerca de 3% de las alrededor de mil 800 operaciones previstas.

Si bien el número porcentualmente es pequeño, le está provocando molestias a miles de pasajeros y además está impactando negativamente en la imagen de Interjet.

En el imaginario colectivo de algunos analistas del sector de la aviación, ya hay quienes están trazando escenarios de quiebra y otros que se imaginan a los directivos de Volaris o de Aeroméxico frotándose las manos por ese motivo.

La realidad es que las consecuencias de la salida de Interjet resultaría muy negativo y los primeros afectados serían los pasajeros y el turismo, pues significaría menor competencia y conectividad hacia los destinos así como precios más elevados.

Pero, adicionalmente, cinco mil familias dependen de Interjet, una situación que parece no importarle mucho ni al sindicato ni a su líder Del Olmo.

Divisadero

Sanción. Visto a la distancia el lamentable capítulo de la desaparición de Mexicana de Aviación provocó desajustes temporales en el mercado de la aviación, pues intempestivamente bajó las alas un jugador de primera línea.

De entonces para acá, el panorama ha cambiado y hoy México tiene cifras récord de conectividad aérea y un ambiente de competencia como el que nunca se ha visto.

Por ello, la decisión de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), cuya titular es Alejandra Palacios Prieto, de querer sancionar económicamente a Mexicana y Aeroméxico, no sólo parece extemporánea, sino que, además, genera una polémica innecesaria sobre el tema de los slots en un aeropuerto saturado como es el de la CDMX.

La respuesta de Aeroméxico fue muy dura: “Esta resolución y otros actos reflejan una falta de entendimiento del sector aéreo nacional y la situación compleja por la que atraviesa respecto del entorno internacional, lo que representa un riesgo más para el adecuado desarrollo de la industria”.

Pero todo indica que el nuevo gobierno federal no ha influido en este tema, por lo que ahora seguramente vendrá una disputa larga y compleja en los tribunales.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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