El rompecabezas del turismo comunitario

 
Carlos Velázquez
hrs.

Las autoridades turísticas, sobre todo emanadas de Morena, hablan repetidamente del turismo social y del comunitario, que poco tienen en común, iniciativas que en el pasado han terminado en el “cajón” de los buenos deseos.



Este discurso parte de la propia Josefina Rodríguez, la secretaria de Turismo de México, quien destaca que en la presente administración se implementa una política turística orientada a la prosperidad compartida, que buscar garantizar el derecho de las y los mexicanos de gozar del esparcimiento y redistribuir la derrama económica generada por el turismo con los Pueblos Originarias y comunidades residentes.

Hasta ahora hemos visto que ella ha firmando algunos convenios de colaboración con Pueblos Mágicos y que también está impulsando el Distintivo de Turismo Comunitario, para fortalecer los polígonos con infraestructura turística y comercialización, con el cumplimiento de ciertos lineamientos.

Además Rodriguez ha dicho que ya no habrá más Pueblos Mágicos, pero Pueblos Comunitarios en polígonos con conectividad, con infraestructura y con experiencias regenerativas”.

Es lógico que un gobierno de izquierda tenga esta visión, pero que hay que analizar con detenimiento cómo lograr que se traduzcan en ventajas para esos pobladores.

Hace 25 años el entonces presidente Vicente Fox quiso apoyar a comunidades como Las Nubes, en Chiapas, para que se beneficiaran del turismo.

Entiendo que la visión es coincidente con el proyecto actual, pues consistía en conectar a esas poblaciones con caminos y también con internet; capacitar a sus pobladores para dar un buen servicio turístico y para comercializarlo.

En resumen se trataba de que esas y otras poblaciones terminaran beneficiándose económicamente del mercado turístico.

Pero resultó que esos habitantes, en situación de pobreza, lo que deseaban eran subsidios y como los ingresos turísticos no llegaron rápidamente el proyecto no prosperó.

Tres años después de que iniciara fuimos a Las Nubes y el servicio era deficiente, los pobladores no querían a los turistas y la única novedad es que si te hospedabas en la habitación presidencial, muy parecida a las otras, te cobraban más caro con el argumento de que allí se había quedado Fox.

Ofrecer experiencias únicas, con guías en diferentes idiomas, dirigidas a mercados de alto poder adquisitivo es algo que haprosperado en México y otros países, conconocimientos, contactos y una logística sofisticada.

En Baja California Sur, por ejemplo, hay receptivos estadounidenses que que ofrecen experiencias únicas, comercializándolas junto con agencias especializadas en turismo de lujo y una red de contactos que van desde chefs hasta compañías que rentan aviones para hacer vuelos privados.

Si de lo que se trata, en cambio, es de llevar al turismo masivo; resulta que esos viajes por las comunidades rurales no se distinguen por ser económicos, aunque existe el riesgo de ofrecer productos deficientes con precios castigados que dejen insatisfechos a todos.

Hoy el turismo de masas de alta calidad lo operan con éxito firmas como la cadena de hoteles Riu, que al tener miles de cuartos, respaldados por tecnología y proceso industriales, logran bajar los precios y ofrecer un servicio que satisface a los turistas.

Ciertamente hay que cumplir con la instrucción de la presidenta Scheinbaum, pero si no se consideran aspectos como generar ingresos rápidamente, incluso a través de becas; apoyarse en la tecnología y hacer una comercialización adecuada junto los especialistas en ese tema, lo más probable es que esta iniciativa frase una vez más.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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