El próximo mes Braulio Arzuaga Lozada será electo como presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), en lugar de Pablo Azcárraga.
Arzuaga es uno de los principales accionistas de los hoteles Presidente Intercontinental y a pesar de su juventud, ya tiene una trayectoria de muchos años en la hotelería.
Actualmente encabeza la Asociación Mexicana de Cadenas de Hoteles (AMCH), que ha tenido una posición activa en la discusión de temas de fondo para el turismo como la importancia de que paguen impuestos los afiliados a las plataformas tipo Airbnb.
Pero, en este caso, lo más importante es que puede generar una nueva dinámica de comunicación entre el CNET, que agrupa a las principales empresas mexicanas de turismo, y el gobierno federal.
Hay que reconocer que Pablo Azcárraga hizo una defensa valiente de algunos de los temas más sensibles para la industria turística propiciados por la visión de gobierno del presidente López Obrador.
Así fue como defendió la importancia de que se mantuviera el proyecto del llamado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuya enorme inversión mantuvo y no sirve para nada.
López Obrador mandó un mensaje durísimo de que no se sujetaría al poder económico, que no sólo provocó una ola de desconfianza entre los inversionistas, sino que tendrá consecuencias negativas de mediano y largo plazo para el desarrollo de la aviación y del turismo.
Azcárraga también enjuició el proyecto del Tren Maya, por no estar soportado en estudios de mercado que mostraran la viabilidad económica del mismo.
Además, defendió al Consejo de Promoción Turística de México, que fue liquidado lo que también es una lamentable pérdida para la competitividad del país en el mundo de los viajes.
Y mostró las cifras sobre cómo ya se ha ido deteriorando tanto la llegada de viajeros internacionales a México por la vía aérea, como las tarifas promedio de los hoteles.
Desgraciadamente Azcárraga siempre se topó con pared y no obstante el peso específico del CNET, no consiguió ni medianamente avanzar en si quiera uno de todos esos frente de guerra.
Una de las razones es su mala relación con Miguel Torruco, el secretario de Turismo, con quien él y su hermano Gastón tuvieron profundas diferencias a lo largo del tiempo.
Este último, quien además protagonizó la terrible quiebra de Mexicana, operó para que Torruco no pudiera llegar hace años a la presidencia del CNET.
Mientras que Pablo muchas veces descalificó en público y en privado a Torruco, quien nunca olvidó tales afrentas.
Adicionalmente a los chismes sabrosos pero irrelevantes, la consecuencia de fondo es que no había manera de impulsar un diálogo fructífero entre autoridades federales y CNET mientras Azcárraga se mantuviera al frente.
El hecho de que llegue un personaje joven y que nunca ha entrado en conflictos con el secretario de Turismo, tampoco es garantía de que iniciará una relación más fructífera.
Arzuaga Lozada tendrá el reto de construir una nueva relación, de cambiar el discurso y de encontrar argumentos a favor del turismo más allá de la lógica del dinero.