El mediocre desempeño del turismo mexicano

 
Alonso Gordoa
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Como especialista **Francisco Madrid**, director de la Escuela de Turismo de la Universidad Anáhuac, tenía pendiente escribir un libro y este mes publicó Diagnóstico y oportunidades del turismo en México.



Un breve texto que ofrece una visión crítica y nada complaciente sobre la situación de esta actividad, en un país que se ha estancado como destino.

Mientras que en el año 2000 México ocupaba la séptima posición en la llegada de turistas internacionales, desde 2007 se encuentra en la décima posición.

De hecho, en 2012 ha caído dos peldaños, de no ser porque el Banco de México incorporó a su metodología la contabilidad de los turistas internacionales que ingresan a través de la frontera sur.

Mucho más grave ha sido la pérdida de escalones en el ranking mundial de los ingresos por visitantes internacionales, pues allí México pasó de la posición número 12 en 2000 al sitio 23 en 2011.

En ese periodo los ingresos aumentaron de ocho mil 300 a diez mil 800 millones de dólares, esto es 30%; sin embargo, el promedio de los diez primeros de la lista aumentó 40% y hay casos como el de China, que prácticamente triplicaron los que recursos que obtienen.

Madrid refiere, además, que México está en la posición 43 del Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

Aunque aclara que vendrán otros libros y que ésta no es la versión final de su análisis, pone en evidencia algunas de las debilidades de este sector en México, que ayudan a entender el mediocre desempeño de los últimos años.

Entre ellos:

1. El complicado camino burocrático que debe seguir un inversionista para concretar un proyecto de desarrollo turístico en la zona costera, que a veces puede llevarse años.

2. La limitación a la propiedad de desarrollos residenciales por parte de extranjeros en la zona costera, que describe como un “resabio de nacionalismo trasnochado”.

3. La presencia del corporativismo que encarece el transporte terrestre en los destinos turísticos y propicia la presencia de vendedores ambulantes.

4. El rezago en los servicios urbanos de los destinos, que trae aparejadas delincuencia, insalubridad y desintegración familiar.

5. La percepción de inseguridad, que afecta a 90% de las empresas que encuesta periódicamente el Panel de Turismo de la Anáhuac.

6. Debilidad en la conectividad de los destinos turísticos, incluyendo la insuficiente capacidad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

7. La marca-país México atraviesa por un momento difícil, asociada a la inseguridad y la violencia.

8. Existencia de varios destinos que muestran signos de agotamiento o que de plano nunca crecieron.

La lista se extiende y el texto de Madrid evidencia la magnitud del reto que implica aumentar la competitividad turística de México.



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