El CPTM y la reestructuración de la Secretaría de Turismo

 
Alonso Gordoa
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La decisión que sigue pendiente sobre el futuro de la política turística del gobierno federal es la reestructuración de la Secretaría de Turismo y, como consecuencia de ella, el modelo que soportará la operación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM).



Desde su creación a la fecha, la entidad responsable de “vender” los destinos nacionales en México y el extranjero ha atravesado por tres etapas, con ventajas y desventajas todas ellas.

1. Óscar Espinosa y su equipo, con una participación destacada de Javier Vega Camargo como primer director general del Consejo, le dieron vida como una sociedad anónima de participación estatal mayoritaria. Dotado de autonomía formal, nunca se concretó la participación patrimonial de los empresarios y el gobierno tomó la conducción del mismo. La sólida relación de Vega Camargo con los empresarios dejó en un segundo plano a la primera secretaria de Turismo de Vicente Fox, Leticia Navarro, quien determinó su reemplazo.

2. Rodolfo Elizondo, segundo secretario de Turismo de Fox, trabajó políticamente con los empresarios, pero se encontró con que el director general del CPTM le reportaba directamente al Presidente. Aunque el primer director en su época fue Francisco Ortiz, amigo y compañero de la campaña presidencial de Fox, éste último actuó con gran independencia de la Sectur. Su sucesora fue la ex titular del Instituto Nacional de Migración, Magdalena Carral; incluso pertenecía a un equipo político contrario a Elizondo, así que cuando éste fue ratificado por Felipe Calderón pidió nombrar a un director del CPTM coordinado por él y llegó Óscar Fitch.

3. La situación alcanzó un extremo con el nombramiento de Gloria Guevara quien, además de ser la titular de la Sectur, fue directora general del CPTM. En la lógica de los casos más exitosos de la promoción-país, la independencia de los organismos de promoción de sus gobiernos le da una enorme solidez técnica a sus decisiones. Según las prácticas mexicanas, siempre existirán las presiones políticas para la aplicación de los recursos de promoción.

El titular de Turismo, como presidente de la Junta de Gobierno, debería garantizar la conducción profesional del organismo, establecer las prioridades y vigilar el ejercicio transparente de los recursos. Dicen diversos expertos que ni la participación de la nueva secretaria de Turismo en la Feria Internacional de Turismo de España (Fitur), ni tampoco el Tianguis México de Puebla representan retos operativos insalvables.

La decisión de mantener o no a Rodolfo López Negrete en el CPTM y no sólo regresarle la autonomía al organismo, sino copiar las prácticas más exitosas a escala global dependen de hasta dónde Claudia Ruiz Massieu está dispuesta a llegar para que el Consejo cumpla de forma más eficaz con su encomienda.



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