El corte de impuestos en EU y el turismo mexicano

 
Carlos Velázquez
hrs.

Entre los retos para 2018, la reforma fiscal en Estados Unidos confirma esa visión proteccionista del presidente Donald Trump, que está poniendo a prueba esa globalización y apertura que durante décadas empujó la Unión Americana.



¿CÓMO LE AFECTARÁ AL TURISMO?

En realidad es pronto para tener claridad al respecto, pero vale la pena establecer algunas consideraciones para analizar el tema según lo que ocurra en los siguientes meses.

En términos generales, el impuesto sobre la renta para las sociedades estará bajando en EU de 35 al 21%; mientras que en México es del 30 por ciento.

Eso significa que las ganancias serán mayores en ese país y que sus productos se volverán más competitivos.

Además Estados Unidos le lleva un buen tramo de avance a México en lo que se refiere a la seguridad personal y jurídica.

Por su parte México seguirá siendo atractivo tanto por los menores costos laborales, como por la posición del peso frente al dólar.

Según Pablo Limón, socio del despacho fiscal Limón Mestre, se necesitarían al menos cinco meses para que una empresa se mude a Estados Unidos para aprovechar las ventajas fiscales.

Precisamente las que más pronto lo podrían hacer son aquellas que cuenten con pocos trabajadores y no tengan inversiones físicas importantes.

Desde su perspectiva los riesgos mayores vendrían en el mediano plazo, si se consolidara ese panorama en que resulta mucho más rentable desinvertirse en México y otros lugares del mundo para regresarse a Estados Unidos.

Eduardo Chaíllo, presidente de Global Meetings and Tourism Specialists, experto en el tema de turismo de reuniones, recordó aquella máxima que dice: “Las convenciones siguen a la economía”.

Efectivamente, planteó, si se observa en el mediano plazo una desinversión en sectores como el aeronáutico o el automotriz, ocurrirá la situación contraria al momento en que llegaron esas grandes empresas que detonaron congresos en las plazas donde operan.

Aunque todavía parece pronto para adelantar esos cambios, pues hay otros muchos factores que podrían modificar el panorama.

Un riesgo adicional es que Estados Unidos salga del Tratado de Libre Comercio, lo que profundizaría la problemática con el vecino del norte.

Pero también el gobierno mexicano tiene varias cartas que jugar y, por ejemplo, estos cambios fiscales en Estados Unidos podrían ser el detonante de una reforma fiscal a la entrada del próximo gobierno.

Chaíllo consideró, por otro lado, que el clima, las playas, el servicio, los atractivos de México seguirán siendo el principal argumento para que los estadunidenses sigan llegando a hacer en el país sus congresos y convenciones.

Además, recordó, México ya está trabajando para atraer esos congresos que está perdiendo Estados Unidos debido a sus nuevas políticas migratorias.

Además hay otro ángulo y es el fuerte crecimiento de corto plazo que impulsará el corte de impuestos en Estados Unidos y que debe beneficiar al turismo mexicano.

Un ángulo que se analizará mañana, con los puntos de vista de Rodolfo López Negrete, exdirector del Consejo de Promoción Turística y conocedor profundo de la relación bilateral.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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