Con la creación del Consejo Consultivo de la Feria Internacional de Turismo de las Américas (FITA), todo indica que, después de varios jaloneos, este evento tendrá la oportunidad de dar buenos resultados.
La semana pasada Carlos Mackinlay, secretario de Turismo de la Ciudad de México, anunció la conformación de este organismo en el que participarán más de diez asociaciones ligadas al sector.
Su papel será trabajar con Global Trade, la empresa organizadora, para que todo marche adecuadamente en esta edición y se consiga el propósito central que es el cierre de las ventas.
Cuenta Mackinlay que, desde su nombramiento, uno de los encargos del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, fue resolver la discrepancia que había surgido por el lanzamiento de la FIT Mexico City.
Definitivamente esta última ya no se realizará y el reto para Global Trade es que la FITA trascienda el sexenio y se convierta en la feria de turismo de la Ciudad de México.
Algo que tiene todo el sentido si consideramos que São Paulo, Buenos Aires y Santiago tienen las suyas y ninguna representa, ni remotamente, el mercado turístico del DF y sus 50 mil cuartos de hotel.
Divisadero
Mazatlán. Según Juan Carlos González, el secretario de Turismo de Quintana Roo, podrían llegar hasta 10 gobernadores a la reunión de la Comisión de Turismo de la Conferencia Nacional de Gobernadores que se celebrará esta semana en Mazatlán con los capitanes de la Asociación de Cruceros del Caribe (FCCA).
El presidente de la Comisión de Turismo, el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, apoyó al gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, para que el evento fuera en el destino turístico más importante de esta última entidad.
Si los cruceros atraviesan por un momento difícil en México, la situación es complejísima para los puertos de cruceros del Pacífico Mexicano.
En entidades como Baja California Sur y Sonora hay proyectos para desarrollar sendos home ports, que permitirían a los mexicanos sin visa de Estados Unidos iniciar recorridos en los llamados hoteles flotantes.
En Quintana Roo, la naviera Carnival ha propuesto hacer uno en Calica, Riviera Maya; además de que Miguel Quintana Palli, de Experiencias Xcaret, ha dicho que debería estar en Xel Ha.
Borge, por su parte, sostiene que la conectividad aérea y los asientos de avión disponibles son un aspecto crucial para tomar una decisión al respecto.
A las navieras les gusta la Riviera Maya porque se beneficiarían de la conectividad del aeropuerto de Cancún.
Si en la actualidad los asientos de avión son insuficientes para llenar los cuartos de hotel en las temporadas altas, los dueños de los hoteles ven en los cruceros otra amenaza potencial.