Clara Brugada no optó por un “menú balanceado” y como jefa de Gobierno de la Ciudad de México decidió darle una cucharada doble de cultura, aunque probablemente sea a costa del turismo.
Alejandra Frausto se podría decir que sufrió un descenso, al pasar de ser la Secretaria de Cultura de la federación para convertirse en la próxima titular de Turismo de la CDMX.
Como todo vaso medio vacío, hay otro medio lleno y no quedarse sin chamba, aunque sea en la capital del país, hasta es positivo para quienes han hecho del trabajo burocrático su modus vivendi.
En ese sentido a quienes no les calienta ni el sol es a los colaboradores de Nathalie Desplas, la todavía Secretaria de Turismo de la CDMX y quien por cierto finalmente no irá a la subsecretaría federal, pues estará llegando a esa oficina una mujer que sabe de cultura popular, pero sin antecedentes turísticos.
Por tanto seguramente habrá una renovación importante de funcionarios que pasarán a la famosa Reserva Nacional de Talentos, como se le dice a la “bolsa” de los desempleados.
Además el panorama no pinta nada bien para la actividad turística pura y dura pues aunque pocos lo aceptan, se trata de un sector complejo en donde un alto funcionario necesitaría saber de promoción, mercadotecnia, conectividad aérea, desarrollo de productos y otros temas de carácter técnico.
Frausto tampoco tiene muchos contactos de primera línea con dueños de hoteles, directivos de aerolíneas, empresas de tecnología turística o expertos en viajes de negocios.
Además llegará a la Secretaría de Cultura Ana Francis López, quien es actriz e impulsora de la agenda de igualdad de género.
Hasta ahora la Secretaría de Cultura de la capital siempre ha tenido muchos más recursos que Turismo, con el agravante de que de la pandemia para acá el Fondo de Promoción Turística capitalino viene recibiendo menos de la mitad del impuesto al hospedaje.
Una bolsa cuyo destino, principalmente es decidido desde la jefatura de gobierno.
Así es que, en resumen, si los participantes del sector turismo esperaban un respaldo más puntual desde el gobierno, pues seguramente tendrán que dejar ese deseo para adelante.
Eso sí, con dos conocedoras del mundo de la cultura es factible que esta actividad siga floreciendo siempre y cuando logren coordinarse adecuadamente, por aquello de que “un peluquero nunca habla bien de otro”.
Divisadero
Hoteleros molestos. Michelle Fridman, ave de tempestades, ya se metió en otro lío y ahora fue Juan José Martín Pacheco, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán, quien le puso “los puntos sobre las íes”.
Resulta que la secretaria saliente de Turismo de Yucatán, culpó a los empresarios turísticos por la cancelación del vuelo de Aeroméxico de Mérida a Atlanta, aduciendo que fueron ellos quienes no le autorizaron usar para los recursos del Fideicomiso de Promoción para promoverlo.
Entonces Pacheco aclaró que su desacuerdo fue porque Fridman decidió emplear 50% de los fondos del impuesto al hospedaje para gasto corriente y el resto para promoción.
Debido a ello tuvo a principios de año 100 millones de pesos, de los cuales sólo la mitad se usaron para lo que se debía.
Así es que el lunes nuevamente la casi ex funcionaria, fue exhibida en los medios digitales y tradicionales por su notable proclividad a optar por el enfrentamiento y no por la empatía.
