Uno de los expertos más reconocidos en México en materia de turismo, **Francisco Madrid Flores**, afirma que al gobierno federal debería bastarle con ver los números que cada año arroja la Balanza Turística para entender la enorme importancia de esta industria para la economía del país, ya que su constante saldo a favor ayuda a compensar los números rojos de las balanzas de otras industrias importantes, como la petrolera y, sin embargo, no es así o al menos no se refleja en el apoyo que le dan.
Recientemente, el presidente **Enrique Peña Nieto** anunció que México es ya el doceavo productor de alimentos del mundo y destacó que por primera vez en los últimos veinte años este sector registró una balanza superavitaria. Y no sólo eso, puso énfasis en que lo que captamos por la exportación de productos agrícolas y pecuarios es ya mayor a lo que generan el petróleo, el turismo y las remesas que envían los trabajadores mexicanos desde el extranjero, al alcanzar los treinta mil millones de dólares.
“Es decir: exportamos más alimentos de los que importamos. Se dice fácil, a veces no se registra; siempre digo que a veces las malas noticias se venden solas. Las buenas, y muy buenas noticias, que poco se cuentan, no se venden tan fácilmente, y a veces eso nos lleva a generar desánimos, frustraciones, sin darnos cuenta lo mucho que hemos logrado en diferentes terrenos como nación”, recalcó el mandatario con un tono muy animado, que pocas veces le hemos visto al resaltar los logros de un sector económico.
Que la industria agroalimentaria logre números negros luego de dos décadas de ser deficitaria sin duda es una buena noticia, como lo será el saber que esto sucede en cualquier otro renglón productivo; sin embargo, Peña Nieto dio los números fríos pero no el contexto, el cual sí comentó Madrid Flores: el saldo a favor de la Balanza Agroalimentaria no llega a los mil millones de dólares.
En contraste, la Balanza Turística lleva muchos años con números negros y con saldos a favor de varios miles de millones de dólares.
Al respecto, el último informe del Consejo Nacional Empresarial Turístico sobre la actividad turística del país, dado a conocer en este diciembre, sostiene lo siguiente: “El saldo de la Balanza Turística es la diferencia entre los ingresos y egresos de la cuenta de viajeros internacionales –lo que gastan los extranjeros que visitan México vs. lo que gastan los mexicanos que viajan al exterior– que forma parte de la Balanza de servicios no factoriales incluida en la Balanza de Pagos que elabora el Banco de México. El saldo acumulado a agosto de 2016 fue de 6 mil 714.4 millones de dólares y representó un incremento de 19.7 por ciento con respecto al mismo periodo de 2015”.
Enseguida realiza este comparativo: “El Saldo de la Balanza Comercial cerró con números negativos –como sistemáticamente sucede–; de hecho, el déficit representó un incremento de 16.1% entre 2016 y 2015.
El Saldo de la Balanza Manufacturera ha presentado déficits estructurales desde 2008, actualmente alcanza los 7 mil 95.9 millones de dólares de enero a agosto de 2016.
Por otra parte, el Saldo de la Balanza Petrolera había sido superavitario, con excepción de 2015 y 2016, ya que cerró con déficits de 6 mil 254.8 y 7 mil 809.1 millones de dólares, respectivamente, durante agosto de cada año.
“Ante esto, el saldo superavitario de la Balanza Turística sigue siendo estratégico por su capacidad de compensar los efectos en la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos. En el Panorama de la Actividad Turística en México –como se llama el informe del CNET referido– se ha hecho énfasis en el porcentaje de compensación de los Saldos de las Balanzas Comercial y Manufacturera con el Saldo de la Balanza Turística, los cuales fueron de 61.8 por ciento y 94.6 por ciento, respectivamente. Nuevamente, este año 2016, los ingresos de divisas por turismo tuvieron que financiar el Saldo de la Balanza Petrolera, el cual fue lamentablemente deficitario, y cuya compensación es de 86 por ciento, misma que disminuyó respecto a abril (103.7 por ciento)”.
Además, también hay que hacer notar que a finales de noviembre pasado, la Secretaría de Turismo, a cargo de Enrique de la Madrid, informó que en 2015 el Producto Interno Bruto Turístico creció 3.6 por ciento con respecto a 2014, cifra superior a lo que aumentó la economía nacional en su conjunto (2.5 por ciento), lo cual lo hizo también incrementar su aportación al PIB nacional, el cual ya es del 8.7 por ciento.
Sí, el presidente tiene razón cuando dice que el no reconocimiento de los logros alcanzados puede generar desánimo y frustración, y eso es lo que a veces sienten muchos empresarios que son los que en realidad construyen y mantienen la industria turística del país.