La semana pasada, Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, anunció la creación de un grupo de empresarios que lo asesorarán durante el gobierno que está a punto de iniciar.
En el puñado de nombres que dio de quienes integrarán este Consejo Asesor, destacan, por representar a las televisoras del país: Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca; Bernardo Gómez, de Televisa; y Olegario Vázquez Aldir, de Imagen.
De entre los convocados, sobresalen dos por su riqueza: el propio Salinas Pliego, también propietario de las tiendas Elektra, que ocupa la cuarta posición de la lista Forbes de los 16 más adinerados de México, con una fortuna de 7 mil 100 millones de dólares (a nivel mundial es el millonario 222); y Carlos Hank González —nieto del legendario profesor priista del mismo nombre—, cuyo padre, Carlos Hank Rhon, de Grupo Hermes, está catalogado en el sitio once de este ranking, con dos mil millones de dólares (el mil 215 a nivel global).
Pero también resalta que entre los empresarios que aceptaron colaborar con AMLO se encuentran dos que están ligados al mundo del turismo: Daniel Chávez Morán, fundador de Grupo Vidanta; y Miguel Alemán Magnani, presidente de Interjet.
Ambos empresarios turísticos son gente allegada a Miguel Torruco Marqués, quien será secretario de Turismo en el gobierno morenista. En el sector es muy conocida la cercanía que el próximo titular de la Sectur tiene con la familia Alemán desde hace décadas. El mismo Alemán Magnani comenta que Torruco es un distinguido discípulo de su abuelo, el expresidente Miguel Alemán Valdés.
Por su parte, Daniel Chávez es un empresario que en los años recientes ha tenido una evolución sorprendente. Desde que fundó Vidanta hace 44 años, siempre mantuvo un perfil mediático muy bajo, no le gustaban los reflectores ni aparecer en público, mucho menos conceder entrevistas a la prensa.
Vidanta comenzó vendiendo Tiempos Compartidos y paulatina y discretamente fue creciendo, al grado que hoy se autodenomina como “el más importante desarrollador integral de servicios turísticos especializado en destinos vacacionales, marcas de hoteles de lujo, campos de golf, bienes raíces, infraestructura turística y entretenimiento”.
Posee desarrollos en Nuevo Vallarta, Riviera Maya, Los Cabos, Acapulco, Puerto Peñasco, Puerto Vallarta y Mazatlán, con siete marcas distintas, de las cuales la más conocida es Mayan Palace. Este año culminará una fase de inversiones que inició en 2014, las cuales en estos cinco años sumaron 19 mil 273 millones de pesos en diez proyectos que incluyen hoteles, teatros, academias, parques temáticos, centros de convenciones y campos de golf. La cifra es mucho mayor, porque no está incluido el costo de los terrenos.
Una parte de esta inversión fueron los 325 millones de pesos que destinaron a la edificación de un teatro para el espectáculo ‘Joyá’, que presenta permanentemente el Cirque du Soleil desde noviembre de 2014 y que ya hace un año cumplió las mil representaciones. Desde ese acontecimiento, Chávez Morán comenzó a aparecer más en público y a mostrarse muy proactivo.
En mayo pasado, patrocinó y organizó, junto con el CIDE, UNAM, Universidad Anáhuac, Colegio de México y su propia Fundación Vidanta, un foro denominado: ‘Turismo, motor del desarrollo’, en el que no escatimó gastos. Encargó toda la producción a Televisa, incluyendo la participación de sus principales periodistas, y trajo como conferencias a celebridades mundiales como Ferran Adriá, Daniel Lamarre, Brooke Shields, Daniel Houghton y Gwyneth Paltrow.
En su discurso inaugural, Chávez Morán habló por primera vez de que el turismo en México no puede seguir desarrollándose con trabajadores que laboran en un ambiente de lujo, mientras que en su casa viven rodeados de carencias. Idea que, casualmente, poco después aparecería en el discurso de López Obrador como candidato presidencial.
Pero así como hay coincidencias con el próximo gobierno, también hay diferencias. Chávez Morán fue quien impulsó la creación del show ‘Luzia’, del Cirque du Soleil, por el que el gobierno mexicano, con fines de promoción turística, pagó casi cincuenta millones de dólares, inversión que ha sido muy cuestionada y con la cual no simpatizan los funcionarios de AMLO.
En el mundo turístico nacional hay cierta incertidumbre por los cambios radicales de políticas públicas en este sector que podría implementar la siguiente administración, como los fondos fiscales para la promoción del país o la cancelación de patrocinio a grandes eventos como la carrera de Fórmula 1. No obstante, el que AMLO haya intervenido para rescatar para 2019 el partido de la NFL que recientemente se canceló, habla de que también hay signos positivos. El que haya por lo menos dos empresarios turísticos en este Consejo Asesor, es un buen principio para la industria. Todo está por comenzar.