Desde hace más de dos décadas, los gobiernos mexicanos habían tratadoinfructuosamente que los cruceros pagaran un impuesto al llegar a los puertos mexicanos; de allí la relevancia del acuerdo que firmaron el miércoles Mara Lezama y Michele Paige.
La gobernadora de Quintana Roo y la directora ejecutiva de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA) protagonizaron la “misión imposible” de ponerse de acuerdo en un tema que, en términos marítimos, siemprehabía naufragado.
En el pasado la FCCA amagó con salirse de México antes de aceptar ese cargo, también contrató cabilderos para defender su decisión de no pagar por pasajero que desembarcara en el país.
Además de los esfuerzos federales, prácticamente todos los gobernadores de Quintana Roo lo habían intentado, pero algo cambió ahora.
Según Bernardo Cueto, secretario de Turismo del estado, la negociación duró más de un año tiempo en que Lezama gestó una relación de confianza con los capitanes de la FCCA.
La oferta de transparencia fue clave en el acuerdo por el que las navieras pagarán cinco dólares por pasajero que desembarque por primera vez en uno de los dos puertos de la entidad: Cozumel y Mahahual.
El gobierno de Quintana Roo aportará cinco dólares para duplicar esa suma y la totalidad se utilizará para fortalecer la seguridad, reforzar la infraestructura, mejorar el empleo, generar prosperidad económica y atender desastres naturales.
En el comité del llamado Fondo de Confianzaestarán cuatro representantes de las líneas de cruceros y cuatro funcionarios estatales, más la gobernadora con su voto de calidad.
El pago de los cinco dólares no incluye a la tripulación de los cruceros, pues en Cozumel generan una derrama importante.
El año pasado llegaron 4.68 millones de visitantes y 1.64 millones de tripulantes a los dos destinos; considerando que los turistassólo pagarán cinco dólares en el primer desembarco, en un año similar las navieras aportarían unos 20 millones de dólares.
Así es que, en 2023, el Fondo hubiera operado con unos 40 millones de dólares.
Las navieras también pusieron reglas de salida, si los recursos dejaran de operarse con transparencia o si el estado no cumple con sus aportaciones.
Después de este anuncio, otros destinos de cruceros como Ensenada, Los Cabos, La Paz y Puerto Vallarta querrán firmar acuerdos parecidos.
Pero ello no sucederá en automático, pues además de la confianza vamos a ver cuántos más estarán dispuestos a empatar las aportaciones y a manejar el dinero con transparencia.
A Lezama y su equipo, hay que reconocerles también que ya trazaron el camino.
Divisadero
Turismo de lujo. Conrad Bergwerf, director general del hotel Kempinski en Cancún, está impulsando la creación de una Asociación de Hoteles de Turismo de Lujo en Quintana Roo.
Una región turística con más de 130 mil cuartos tiene un porcentaje pequeño al más alto nivel, pero grande en términos absolutos.
Así es que lanzarán una campaña junto con el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, que dirige Andrés Martínez, para posicionar estos establecimientos.
Al principio algunos sólo querían promover a los hoteles en “plan europeo”, pero el CPTQ sumó a los “todo incluido”.
Nadie les puede quitar méritos a hoteles como el propio Kempinski, Nizuc, Waldorf Astoria, St. Regis, Etéreo o Rosewood; pero sería un despropósito negar que La Casa de la Playa, Impression o Grand Velas juegan en la misma liga.