Ernesto Coppel, fundador de la cadena de hoteles Pueblo Bonito, asume su “ego de King Kong”; pero mientras sigue presumiendo tener “72 años aunque parezca de 35”, también está demostrando por qué son importantes los empresarios con arraigo.
A los analistas de cifras frías y duras no les gustan las compañías familiares, pues a veces las decisiones humanas no son las mejores para la rentabilidad.
Pero Coppel, quien hace dos meses decidió resguardarse del Covid-19 en su casa de Los Cabos; también apoyó junto con su consejo de administración un plan para cuidar a sus colaboradores.
A todos les pidieron 10 días solidarios al mes, pero también les adelantaron 50% de sus propinas, que pagarán el próximo año para que no pierdan por completo su principal fuente de ingresos durante el tiempo de la pandemia.
También ha grabado algunos videos en los que básicamente dice que de nada sirve quejarse o lamentarse, pues la única opción es mantener arriba el ánimo para trabajar duro cuando se pueda.
¿Sabes por qué he sido un empresario exitoso?, pregunta.
“Porque sé comer m… sin hacer gestos, todo esto nos va a costar como tres años de utilidades pero no podemos hacer nada al respecto.
“En mi hotel tengo una sola habitación ocupada y es la de mi hija, que en lugar de pagarme también me cuesta”, dice y suelta una carcajada.
Sobre las inversiones en marcha, confirma que su grupo seguirá adelante con la construcción del Hotel St. Regis Los Cabos.
Aunque es público que algunos de sus proyectos inmobiliarios irán más despacio, Coppel dijo que prácticamente ninguno se cancelará incluyendo Lighthouse cerca del faro viejo, donde se prevé el desarrollo de varias mansiones.
En Los Cabos se anticipa una apertura por etapas que debe comenzar en el próximo mes de junio, hasta tener otra vez toda la oferta de cuartos en operación para la temporada alta de fin de año.
Los hoteles Pueblo Bonito están considerados en la primera etapa, pues muchos de ellos fueron comercializados mediante el sistema de “tiempos compartidos” cuyos clientes seguramente serán los primeros en volver.
Coppel dijo que su compañía tratará de ser muy flexible, para darle oportunidad a la mayoría de sus clientes de que puedan usar sus membresías.
También sostiene que tendrán las mejores condiciones sanitarias y que no han descartado la idea de las pruebas del Covid-19, siempre y cuando lo permitan las autoridades y el costo de las mismas sea manejable dentro de la tarifa.
Además confía en que esa mezcla entre un destino con grandes bellezas y su cercanía con California será otra vez la fórmula para salir adelante.
También tenemos el mercado doméstico, reconoce, pero “si yo tuviera que quedarme con un pedacito del mundo, lo haría con ese espacio entre San Diego y Los Ángeles, porque allí está todo el dinero que te puedas imaginar”.
Y lo mejor, confía Coppel, es que a esos californianos les gustan mucho Los Cabos.