Cuenta la leyenda que cuando Isaac Volin, aquel matemático que un día apareció convertido en director comercial de Mexicana, fue cuestionado por los bajísimos precios que cobraba los boletos de avión a Petróleos Mexicanos, respondió que su compañía estaba “comprando mercado”.
Hoy, entre las muchas secuelas que dejó la quiebra de esa empresa, Pemex tiene a Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, como único proveedor de boletos de avión, pues es la única firma que resiste sus peculiares condiciones de compra.
Sobre todo por los créditos, pues cuando firmas como Interjet, que dirige José Luis Garza, ha tratado de entrar como proveedor, se encuentra con que la paraestatal paga, como dicen quienes venden a gobierno, “a 30, 60 o 90 vueltas”, esto es de vez en cuando.
El hecho también es que la ausencia de Mexicana derivó en que otras dependencias gubernamentales, de la mano de la Secretaría de la Función Pública, estén utilizando cada vez más los llamados “contratos marco” para comprar servicios de viaje.
Se trata de un esquema que abrió una ventana de oportunidad a las agencias de viajes, que participan en estos concursos por internet a través de los cuales los interesados presentan sus posturas en línea y son notificados abiertamente del resultado tres días después.
Las comisiones para las agencias van de 5 a 15% y a través de ellos ya se han hecho compras no sólo para las necesidades específicas de una oficina de gobierno, sino para eventos públicos como la reunión del G20.
Uno de los retos para las agencias es cumplir con los requisitos para participar y también se ha percibido que ha habido agencias muy agresivas que han tirado los precios, lo cual beneficia finalmente a los contratantes.
Aeroméxico y otras aerolíneas están operando con las agencias en la venta de sus boletos de avión, para evitar la carga operativa de hacer negocios directamente con el sector público. Sólo los contratos como los de Pemex son los que siguen siendo directamente atendidos por esa aerolínea que, a diferencia de Volin, no pretende comprar mercado, pues lo obtuvo “gratis” debido a las imprudencias de Mexicana y su equipo.
Divisadero
RP. Roberto Gaudelli, publicista ligado desde hace muchos años a la actividad turística que preside la firma Gaudelli MCW, acaba de firmar una alianza con Carolyn Izzo, de IGC, para lanzar una firma que operará en México y Estados Unidos. La directora será Theresa Rice, quien trabajó para el Consejo de Promoción Turística (CPTM) vía Burson Marsteller y seguro obtendrán contratos importantes.
Por lo pronto, la cadena de hoteles Marriott acaba de firmar con ellos como su agencia de relaciones públicas.
