Cómo compite Nayarit por las inversiones turísticas

 
Nallely Campos
hrs.

**Roberto Sandoval**, gobernador de Nayarit, tiene un discurso bien estructurado para atraer nuevas inversiones turísticas a su estado y le está dando buenos resultados.



Cuando alguien le pregunta qué ofrece esa entidad en comparación con el Caribe mexicano, él responde sin dudarlo: tiene mejor clima, está más cerca de la costa oeste de Estados Unidos y sus autoridades cuentan con toda la disposición para otorgar los permisos y hacer más fácil arrancar nuevos proyectos.

Al inicio de la administración del presidente **Enrique Peña**, una negociación rápida de **Héctor Gómez Barraza**, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), más el interés que ha mostrado **Enrique de la Madrid**, director del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), por ese sector desatoraron el proyecto de Iberostar en Litibú.

**Miguel Fluxá**, presidente de dicha compañía, hizo un reconocimiento al respecto, tres meses después de que inició el gobierno de **Peña** y cuando lanzó los lineamientos del Programa Nacional de Turismo.

Después vino el anuncio de una inversión portuguesa en Costa Capomo que por sus características se convertirá, junto con Punta Mita, en los principales desarrollos orientados al mercado de lujo en Nayarit.

Sin duda esta entidad de la República tiene elementos para competir y uno de sus retos es contar con un aeropuerto propio que le dé servicio precisamente a Punta Mita, Litibú y Capomo; pues hoy están a una distancia de entre cincuenta minutos y una hora y media por carretera desde Puerto Vallarta.

Si además se cuida que los precios de construcción sean competitivos, pues en Cancún-Riviera Maya son muy elevados, seguramente seguirá creciendo un destino cada vez más atractivo para los inversionistas, incluso, en comparación con el Caribe mexicano.

**Divisadero**

Black fish. En España sigue creciendo la discusión sobre la necesidad de cerrar los acuarios que ofrecen espectáculos con orcas, de los cuales ya sólo hay uno en ese país y otro en Francia.

En Canadá, además, se ha prohibido la exportación de estos cetáceos, incluso, cuando hayan nacido en cautiverio lo que cierra el mercado secundario con estos mamíferos acuáticos.

No es extraño que las ganancias de Sea World, el principal jugador estadunidense, hayan bajado en el último año otra vez.

El efecto black fish, como se conoce a la conciencia que generó el documental sobre la frustración que provocan los acuarios a las orcas y los riesgos que ello implica para sus entrenadores, sigue teniendo eco.

El gran problema es que no se pueden soltar al mar a estos animales, pues el mismo cautiverio ha atrofiado las habilidades que necesitarían para sobrevivir.

Los acuarios que hoy viven principalmente de estos espectáculos, tienen enfrente el reto de reconvertirse como negocios, en un espacio de tiempo que difícilmente podría ir más allá de una década.



hrs.

Periodista especializada en turismo

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