Cancún. A finales de la semana pasada se realizó la primera conferencia GNEX-Acotur, esta última es la Asociación de Complejos Vacacionales y Turísticos, que reúne a 110 hoteles con más de 42 mil cuartos en el sureste de México.
El ambiente fue claramente optimista, pues hasta este momento las cifras indican que incluso podrían ser superadas las de 2019, lo cuál es un doble récord con la pandemia que todavía no se ha resuelto.
Alberto Solís, el presidente de Acotur, y Guillermo Muhech, su director general, han hecho un buen trabajo sumando a un número creciente de empresas y empresarios a esa organización que nació orillada por la poca apertura de la Asociación de Clubes Vacacionales (Acluvac) que con el tiempo se ha convertido en un Club de Lulú, cada vez más pequeño.
Una de las sesiones más interesantes del evento fue la entrevista presencial que concedió Alejandro Zozaya, ex presidente ejecutivo de Apple Leisure Group, al autor de este espacio durante la conferencia.
Zozaya como se sabe dejó su posición hace unos meses, tras la venta de su empresa a Hyatt Internacional.
Al también fundador de la cadena de hoteles AMResorts, no le gustaban ni los tiempos compartidos ni tampoco los clubes vacacionales.
Después de haber vivido muchos años en Cancún, donde ocupó diversas posiciones en Grupo Posadas, conocía de sobra las prácticas poco éticas de muchos vendedores.
Ya el colmo fue cuando vio la película Scherk y descubrió aquel diálogo en que el ogro lamentaba haberse dejado engañar, por haber firmado algo que no debía haber firmado y entonces el burro le preguntaba:
“¿Firmaste uno de esos tiempos compartidos?”.
Sin embargo, tanto por el negocio como por su sentido práctico tuvo que recapacitar cuando se dio cuenta que estaba perdiendo clientes repetitivos que sí estaba capitalizando la competencia.
Efectivamente, una de las consecuencias relevantes para los destinos es que después de los eventos catastróficos son los compradores de tiempos compartidos los primeros en regresar a los destinos porque no quieren perder sus semanas vacacionales.
Esto es un hecho probado con los huracanes y ahora el patrón se repitió en el contexto de la pandemia del Covid-19.
Así es que Zozaya finalmente autorizó la creación del Unlimited Vacation Club (UVC), que también se convirtió en un jugador relevante en los destinos donde está presente la cadena.
De hecho uno de los retos para Hyatt está precisamente en la integración de este Club al concepto general de la cadena, pues tienen características muy diferentes.
El empresario mexicano también apoyó la creación de Acotur, aunque como dijo en la plática, hubiera preferido la existencia de una sola organización robusta, pero los tiempos compartidos y los clubes vacacionales no se pueden restringir a las prácticas del pasado.
Zozaya también dirigió un mensaje a los profesionales de este sector, para que sigan trabajando en mejorar este producto, a través de la transparencia, información de mejor calidad y la innovación.
Ustedes hacen un trabajo serio y muy respetable, les dijo, los clubes vacacionales ofrecen ventajas concretas como sucede para quienes viajan en familia y les atrae mucho un destino.
Por ello, y un poco en plan de despedida, los invitó a hacer cada vez un trabajo más serio y sofisticado que genere ventajas para el negocio y para el consumidor.