Los vecinos de Huatulco que utilizaban el campo de golf de Tangolunda, propiedad del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), saben que están llegando a su fin esos días dorados en que podían jugar por poco dinero en una propiedad con mínima afluencia de visitantes.
Y es que Fernando Olivera, quien acaba de dejar las filas de la institución para ocupar la Secretaría de Turismo de Guanajuato, logró estructurar una operación que abre un panorama totalmente distinto.
Enrique Carrillo, director general del Fonatur, le encargó negociar con Grupo Salinas, de Ricardo Salinas Pliego, un esquema de negocios para otorgarle la administración de dicho campo de golf.
La venta era inviable debido a los esquemas de valuación del gobierno federal, así es que cerraron un acuerdo en el que el empresario invertirá, de entrada, dos millones de dólares en la renovación del campo y a partir de allí le dará a Fonatur 10% de los ingresos que se generen.
Con ello el fondo dejará de pagar más o menos siete millones que le costaba anualmente esta propiedad, obtendrá una fuente de recursos y apoyará una renovación que no podía hacer con su exiguo presupuesto.
Desde que Salinas Pliego le compró a Fonatur la Casa Mixteca, éste se ha convertido en uno de sus destinos favoritos en donde, además, ha hecho constantes inversiones inmobiliarias.
Como sucede en otros muchos lugares, el campo de golf servirá como ancla para futuros desarrollos; aunque, ciertamente, los vecinos de la zona ya no tendrán a la mano un campo de golf público con un green fee muy barato.
Divisadero
DF. Si el crecimiento de la oferta hotelera en la zona de Santa Fe de la Ciudad de México ha sido notable en los últimos años, éste todavía no ha concluido y sigue el proceso de apertura en nuevos establecimientos que reflejan un destino de negocios en ascenso.
Durante el verano los cuartos de hotel de la capital del país registraron niveles de ocupación superiores a 70%, acompañados de un incremento en las tarifas.
Los empresarios dicen que éste es de alrededor de 10% en pesos y todavía mayor en dólares, partiendo del hecho de que desde el capítulo de la nueva influenza, en 2009, las tarifas hoteleras resultaron muy castigadas.
Además la atracción de congresos y convenciones ha contribuido a que septiembre esté siendo un mes con una ocupación muy superior a la del año pasado.
Sólo por mencionar el caso de lo que ocurrió el fin de semana anterior, cuando se llevó a cabo la Feria Internacional de Turismo de las Américas en Santa Fe, los hoteles del área reportaron ocupaciones superiores a 90 por ciento.