Las relaciones diplomáticas y económicas entre México y Brasil siempre han sido complejas y ahora no es la excepción, después de que el año pasado este último país canceló el acuerdo automotriz entre ambos.
Mientras fueron los brasileños los que exportaron más no hubo problema, pero cuando ocurrió al revés ellos recurrieron al proteccionismo como lo hizo Argentina.
Bajo esa perspectiva, difícilmente México debería tomar una medida amistosa unilateral como sería eliminar la visa para los brasileños, aunque terminaría beneficiando a los destinos nacionales y a nuestra balanza comercial.
Durante el sexenio del presidente Vicente Fox, México eliminó la visa entre ambos países y a sus colaboradores les costó mucho trabajo lograr que aceptara reponer el requisito en 2005. La razón fue que había evidencia de que en el último año habían llegado a México alrededor de 25 mil brasileños por vía aérea y sólo había regresado a su país la décima parte.
Más que hacerle el trabajo migratorio a Estados Unidos, destino final de muchos de esos brasileños, el argumento fue del riesgo que todo esto implicaba en términos de la seguridad nacional.
Siete años después la situación ha cambiado y el efecto inmediato sería la llegada de más brasileños, son sólo animados por los atractivos de México sino a la conveniente paridad de su moneda frente al peso.
Hoy, por ejemplo, los brasileños ya son los principales clientes de las tiendas de joyas y de tecnología de Cancún, pues encuentran los precios mexicanos muy bajos.
Actuar rápido en la eliminación de la visa, tendría el sentido de aprovechar una oportunidad para multiplicar los cada vez más importantes flujos de brasileños que llegan a México.
Algo así como una “cachetada con guante blanco”, que operaría a favor del comercio mexicano.
Divisadero
Agentes de Viajes. La Asociación Mexicana de Agentes de Viajes (AMAV), que preside Jorge Hernández, celebró su aniversario.
Y es en este contexto que algunos se preguntan si Miguel Torruco, tras la derrota de su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, y ya sin la posibilidad de ocupar la cartera de Turismo, pretenderá regresar a la Confederación Nacional Turística que preside el propio Hernández.
La respuesta es que no, pues sería una decisión que pondría en una situación absurda a su dirigente, luego que Torruco fue quien propició la fractura con la titular de Turismo Gloria Guevara.
De hecho, Hernández quiere terminar su mandato, más allá de una posible reelección, para ser reemplazado por Armando de la Cruz, primer vicepresidente y líder de la Asociación Mexicana de Hoteles.
Dicho de otra manera, Torruco tendrá que reinventarse junto con sus espacios si es que pretender regresar al turismo y la política.