Desde que Bernardo Cueto asumió la presidencia de la Unión de Secretarios Estatales de Turismo (Asetur), dijo que tomaría medidas para fortalecer las finanzas de ese organismo, que hasta ahora se ha mantenido, no muy bien por cierto, con las cuotas de las entidades federativas.
Allí el problema es similar al que existe con la promoción de los estados, hay algunos que por su vocación cuentan con recursos relevantes provenientes del impuesto al hospedaje y otros tienen fondos muy limitados.
Ello históricamente se ha traducido en que hay estados al corriente de sus cuotas y otros que tienen problemas para cumplir con ellas.
Cueto anunció que ahora además habráasociaciones y empresas que podrán ser miembros de Asetur, pagando una cuota anualde 50 mil pesos.
Organizaciones como el Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (Comir), que preside Michel Wohlmuth, ya tiene una relación constante con Asetur y sería natural su participación.
Ahora mismo están organizando un buró que también busca recabar fondos para promover ese segmento y para contar con dinero para ir a competir por ser las sedes de los numerosos congresos mundiales que se organizan cada año.
La cuota también le quitará discrecionalidad a quienes hoy deciden qué empresas y asociaciones pueden ser invitados para hacer presentaciones, muchas veces incluso para venderle productos y servicios a los estados.
Ahora con esa cuota participarán sólo quienes realmente tengan algo relevante que negociar con la Asetur.
Bajo cualquier escenario, la pieza que le sigue faltando al turismo mexicano es la promoción pública y cualquier avance que haya en este sexenio al respecto, podrá contribuir a fortalecer la competitividad de un país que pretende pasar del sexto al quinto receptor de viajeros en el mundo.
Divisadero
Gran Acuario. Ernesto Coppel Kelly o más concretamente el Gran Acuario de Mazatlán sigue siendo uno de los damnificados de la crisis de inseguridad desde que estalló el conflicto entre los otrora aliados del Cártel de Sinaloa.
Es cierto que Mazatlán se ha visto afectado en mucha menor medida por los hechos de violencia, en comparación con lo que ha sucedido en Culiacán y otras ciudades al norte de la entidad.
Pero respecto a 2023, el número de visitantesal acuario se ha reducido a la mitad; además, el viejo inmueble quedó anexado al nuevo, que además se ha convertido en refugio para especies incautadas.
Simon Norris, su director, no es un improvisado pues ha trabajado en alrededor de 40 acuarios públicos, tarea que inició desde que era niños pues su abuelo y su padre se dedicaban a lo mismo en Gran Bretaña.
Su especialidad es rentabilizar estos atractivos y para ello escucha lo que el público desea, así es que además de los lobos marinos y los pingüinos que heredó del acuario anterior, ya también tiene un aviario en donde ha rescatado guacamayas y loros de cabeza amarilla.
La semana pasada inauguraron el área de las capibaras y hoy no sólo hay un inmueble principal dedicado a los ambientes del Mar de Cortés, sino un espacio recreativo en desarrollo.
Coppel ya se reunió con la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez, pues está buscando que la Federación participe con recursos frescos en esta Asociación Público-Privada, cuyo plan de negocios sedescompuso por el temor que ha causado la violencia en Sinaloa.