Aires nuevos en la AFEET

 
Redacción
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Hace una semana se celebró el Día Internacional de la Mujer y aunque el género femenino es preponderante en el mundo del turismo, prácticamente pasó desapercibido para el sector.



A nivel estadístico, del total de personas que trabajan en la industria del turismo casi 57 por ciento son mujeres, lo que significa que de los 3.3 millones de empleados que hay en este sector de la economía, un millón 874 mil son mujeres, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que realiza el Inegi.

A nivel de gobierno, el turismo descansa en tres dependencias: la Secretaría de Turismo, el Consejo de Promoción Turística de México y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo.

En los 42 años que tiene de existencia –y si la memoria no me falla–, al frente de la Sectur solamente han estado cinco mujeres: **Rosa Luz Alegría**, la primera, y **Claudia Ruiz Massieu** la más reciente (hoy despacha en la Cancillería).

En el CPTM, que tiene como 17 de existir, sólo han habido dos directoras: **María Elena Mancha** y **Magdalena Carral**; en tanto que de Fonatur, con más de 40 años de existencia, únicamente recuerdo a una directora general: **Adriana Pérez Quesnel**, que apenas y duró trece meses en el cargo.

Y, a nivel gremial, lo más representativo es una agrupación denominada Asociación Femenil de Ejecutivas de Empresas Turísticas de la República Mexicana, mejor conocida como AFEET.

Con 46 años de existencia, esta agrupación ya debería tener mucho que contar. Tan simple como que, cuando nacieron la Sectur, el CPTM y Fonatur, la AFEET ya estaba ahí, mirándolas.

En su autodescripción, señala que es una asociación civil nacida en 1970 con el objetivo de vincular a las ejecutivas de agencias de viajes, operadoras turísticas, líneas de transportación aéreas, marítimas y terrestres, hoteles, restaurantes, arrendadoras de autos, editoras de publicaciones turísticas, representaciones y organismo públicos y privados relacionados con el turismo.

Este es sólo el primer inciso de los objetivos que se encuentran en sus estatutos. Los demás hablan de proteger mutuamente sus intereses, capacitación, ética, combatir el turismo sexual y la pornografía infantil; además de la realización de “todos aquellos actos que le sean anexos, conexo e incidentales”.

Un inciso muy claro es el que establece como uno de sus propósitos fomentar y promover la expansión de la Asociación a nivel nacional e internacional. Y, por lo que podemos ver, en casi medio siglo de existencia nada más reportan su afiliación a la International Federation of Women in Travel Organization, lo cual sucedió con su tercera presidenta, muy al principio de su existencia. De ahí en fuera, dentro del territorio nacional apenas tienen filiales en Acapulco, Guadalajara, Monterrey y Querétaro. Es decir, el expansionismo no es lo suyo.

En realidad, la AFEET es una agrupación de ejecutivas dedicadas a su profesión que se han sabido ganar el respeto de la comunidad turística, porque se les percibe como un grupo de señoras bien intencionadas, que mantienen viva una agrupación ya longeva más por ganas de reunirse para platicar, desayunar o cenar y pasar un rato agradable, que porque en realidad tengan una agenda de actividades sociales o profesionales acordes con lo que demanda la industria en la actualidad.

Sin embargo, una buena noticia se dio el mes pasado, cuando la AFEET renovó a su mesa directiva y eligió como su nueva presidenta a **Carmen Torreblanca**, acompañada por **Yarla Covarrubias** como primera vicepresidenta.

Carmen tiene una relevante carrera en el mundo de la aviación hasta llegar a dirigir aerolíneas; en tanto que Yarla es una destacada publirrelacionista que, además, ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de AMResorts, una de las cadenas hoteleras más exitosas que ha habido en México en los últimos quince años.

Son mujeres con mucha idea de lo que quieren, con carácter, rudas cuando se necesita, pero también dulces y sonrientes cuando se requiere.

Desde sus primeros días al frente de la AFEET se ha visto su activismo y la clase de gente nueva que quieren ingrese a la agrupación para darle un aire nuevo: por ejemplo, invitaron a participar a **Adriana de la Torre**, una periodista conversa a las relaciones públicas, que comparte el perfil de ambas dirigentes.

Habrá que seguirlas con cuidado porque, si de algo estoy seguro, es de que **Carmen** y **Yarla** no citarán a sus agremiadas para tomar café.



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