Si en su primer periodo presidencial, Donald Trump torturó a justos y pecadores con su polémica “prohibición de viajes” (travel ban, en inglés); el próximo viernes difundirá una nueva lista recargada que tendrá implicaciones en los viajes del mundo en general y de México en particular.
Aquella vez los principales afectados fueron ciudadanos de países donde domina la religión musulmana, lo que provocó una reacción airada de muchos políticos y organizaciones de derechos humanos, denunciando sus actitudes xenófobas y discriminatorias.
Es cierto que en algunas naciones musulmanas se han gestado organizacionesterroristas, cuyas perspectivas radicales han provocado dolor y sufrimiento.
Pero la mayoría de quienes profesan la religión musulmana no comparten esa visión extremista y sus creencias son tan respetables como cualquier otra manifestación de fe.
Lo que se sabe es que la lista recargada que se publicará el próximo viernes, incluiráalrededor de 40 países y que dos de ellos seguramente serán Venezuela y Cuba.
Allí el criterio ya no es el potencial extremismo religioso, sino la percepción del gobierno estadounidense de que hay muchos ciudadanos de esos países que quieren huir a Estados Unidos.
Así es que en lugar de mantener el requisito de la visa, Trump y sus colaboradores en materia de seguridad y migración sencillamente quieren “agarrar parejo” y prohibirles la entrada a todos.
Además de los países mayoritariamente musulmanes y los latinoamericanos cuyos gobiernos son opositores a Estados Unidos, la lista podría incluir a ciudadanos rusos y de otros países satélites de la otrora Unión Soviética.
Una primera pregunta es si Trump, quien ya probó la eficacia de su “mazo” arancelario para que México haga la tarea de cuidarle la frontera con 10 mil efectivos de las Fuerzas Armadas, ahora pretenderá que el travel banse ejecute también dentro del territorio nacional.
No hay que olvidar que México está incluido en la Iniciativa de Viajes del Hemisferio Occidental(WHTI, en inglés), que fue creado después del ataque a las Torres Gemelas para reforzar la seguridad estadounidense.
Lo que sí ya se está gestando es una especie de paranoia para no ir a Estados Unidos y desde enero proliferan las historias en los medios y en las redes sociales, sobre cómo algunas autoridades migratorias de ese país están actuando con prepotencia contra los extranjeros.
En Canadá y Alemania, por mencionar dos casos, crece la decisión de no viajar a Estados Unidos, en rechazo a la prepotencia de Trump y al riesgo de padecer malas experiencias allá.
Vamos a ver qué hace el gobierno de México, cuando por ejemplo un venezolano o un cubano nacionalizado mexicano sufra el rechazo estadounidense.
Resulta que, aunque esas personas presenten pasaportes mexicanos, en los mismos queda el registro de que nacieron en Venezuela o Cuba.
El asunto merece una reflexión de las autoridades del Instituto Nacional de Migración y de la Cancillería, pues una cosa es decir que en México no es un país subordinado y otra ya entrar a los detalles dentro de una negociación más grande como es la de los aranceles.
Divisadero
Tulum. El asesinato de José Roberto Rodríguez Bautista, secretario de Seguridad de Tulum, fue calificado por la Asociación de Hoteles de ese destino como un “atentado contra las instituciones del Estado” y evidenció que el turismo en Quintana Roo sigue sufriendo la amenaza del crimen organizado.