Hace unos días se mencionó aquí la posibilidad de que el Air Show de Acapulco fuera confinado a la playa del Revocaldero, incumpliendo así con la expectativa que se generó para hacerlo en la Bahía de Acapulco, o de Santa Lucía, como ocurrió hace un año.
La historia resultó diferente a la esperada. A **Javier Aluni Montes**, secretario de Turismo de Guerrero, el proveedor no le respondió conforme a lo estipulado.
La historia es del “Tercer Mundo” y, eso sí, muy entretenida.
Y es que mientras ayer se analizaba el éxito de la Feria Internacional del Globo de León, con una asistencia de 350 mil personas el pasado fin de semana largo, en Acapulco no se llevó a cabo el evento de naturaleza similar como se tenía programado.
El organizador, además, fue el mismísimo capitán **Alejandro Parra Ramírez**, responsable del Air Show, quien entonces no obtuvo los permisos para que volaran los globos aerostáticos, como tampoco los consiguió para que hicieran lo propio los aviones del air show sobre la Bahía de Acapulco.
En YouTube hay varias referencias al evento de los globos que no despegaron, sino que se la pasaron subiendo y bajando anclados a la arena, pues no contaron con la autorización de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para desplazarse.
El capítulo del pasado fin de semana fue difícil, pues Parra Ramírez no consiguió el permiso de la Comunicaciones y Transportes para realizar el Air Show sobre la Bahía de Acapulco, como ocurrió en 2011, y cuando los aviones habían sido relegados a la playa del Revolcadero, el sábado el piloto de un avión se les “salió del huacal”.
Efectivamente, hizo un sobrevuelo sobre la Bahía de Santa Lucía y la SCT canceló todos los permisos para volar el domingo.
Y allí estuvieron las crónicas, con turistas esperando a los aviones que no pudieron despegar y los prestadores de servicios turísticos que no sabían ni cómo justificarse ni responder a lo sucedido.
El capitán Parra se escondió y la Secretaría de Turismo de Guerrero emitió un comunicado para desvincularse del problema, al referir que el espectáculo aéreo “fue cancelado por la empresa, sabiendo extraoficialmente que fue debido a la falta de permisos de la dependencia federal encargada de otorgarlos”.
“La Sefotur ofrece una disculpa a los turistas y a residentes de Acapulco por los inconvenientes que esta cancelación les haya causado”, finaliza el boletín.