El modelo de promoción turística de la Ciudad de México tiene áreas de oportunidad para generar mejores resultados, pero una fortaleza es contar con el Fondo Mixto, que encabeza Paola Félix, y que es independiente de la Secretaría de Turismo.
Claro que es frustrante para el titular de esta última dependencia, hoy Carlos Mackinlay, tener limitaciones en términos presupuestales para ejecutar sus proyectos que podrían ser cubiertos con la bolsa de la promoción.
Pero la solución no debería ser sujetar esta última a la política turística, pues entonces esos recursos tenderían a diluirse cuando su propósito es multiplicar la llegada de viajeros para que gasten, derramen recursos y generen impuestos.
Lo que más preocupa de la iniciativa que envió al Congreso de la CDMX, la diputada de Morena Esperanza Villalobos, es en tres sentidos:
- Le quita al Fondo Mixto la Oficina de Congresos y Convenciones, que precisamente necesita recursos de promoción para competir por los eventos nacionales e internacionales.
- Restringe las facultades de promoción del Fondo y le da a la Secretaría mayormente esa responsabilidad.
- Afecta la estructura organizacional del Fondo, pues considera que sus trabajos son redundantes con lo que hace el Instituto de Promoción de la Sectur de la CDMX.
Todavía es pronto para adelantar un desenlace, pero el camino más exitoso ha sido dejar las decisiones técnicas de promoción a una entidad independiente, en la que pesen las opiniones del líder de la política turística y los principales actores del ramo y donde haya transparencia.
Divisadero
Cruceros. Los líderes de la hotelería en Cancún y la Riviera Maya están poniendo el “grito en el cielo”, ante la posibilidad de que atraquen en Puerto Morelos los cruceros Le Ponant y Vidanta.
Este último es propiedad del empresario Daniel Chávez, quien busca el mercado de lujo, ligado a sus propiedades de tiempo compartido.
Mientras que el segundo es de origen francés y está orientado a los viajeros de alto poder adquisitivo, quienes se quedarán antes y después del recorrido en los hoteles más costosos de la zona.
Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, ya dijo que organizará una cadena humana para oponerse a la llegada de estos barcos.
Los argumentos de los hoteleros siguen siendo aquellos que usaron en el pasado para evitar la llegada de los hoteles flotantes, entre ellos que le quitarán asientos de avión a los viajeros que se hospedarían en sus establecimientos.
Dejan fuera de la ecuación aspectos tan importantes, como la necesidad de que haya más productos turísticos en la zona; además de que estos viajeros también pasarán noches en los hoteles y debido a su elevado poder adquisitivo dejarán una derrama interesante en la zona.
La presidente municipal de Puerto Morelos, Laura Fernández, ha optado por no entrar a esta polémica; mientras que Marisol Vanegas, la secretaria de Turismo, propuso estudiar con más detalle el tema para hacer una valoración objetiva de pros y contras.
Apertura que hace falta, para identificar las nuevas tendencias y oportunidades del turismo en el destino más importante de México.