Los tiempos compartidos y clubes vacacionales evolucionan e incrementan en ventas, lo que confirma que se mantienen como el segmento que favorece a la recuperación del turismo en México ante la crisis generada por la pandemia del Covid-19, coincidieron los líderes de esta industria.
Fueron José Ignacio Chapur, director general de Grupo Palace Resorts; Guillermo Muhech, director ejecutivo de la Asociación de Complejos Vacacionales y Turísticos (Acoutr), y Juan Ignacio Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), quienes lo precisaron al participar en el Summit “La importancia de clubes vacacionales y tiempos compartidos en la recuperación del turismo”.
También estuvieron en el panel Alejandro Varela, director jurídico del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), y Luis Alegre, presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, junto con Laura Rodríguez y Carlos Velázquez, fundadores de Periódico Viaje, quienes fueron los moderadores del summit.
De acuerdo con José Ignacio Chapur, la confianza del viajero se refleja a tal grado que las ventas de nuevas membresías están por arriba del 20% de los espacios que pudiera tener un hotel para tiempos compartidos o clubes vacacionales.
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Guillermo Muhech señaló que los tiempos compartidos y clubes vacacionales evolucionan, ya que han cambiado las reglas para hacer negocios y vender estas propiedades. Los desarrolladores se han dado cuenta de fidelidad del cliente por una marca y por destino.
“Es un modelo de Acotur donde hemos encontrado las sinergias entre clubes vacacionales y tiempos compartidos para los clientes estén contentos”, comentó.
Destacó que los primeros viajeros en regresar serán los siguientes: los que tienen su membresía a largo plazo, que están familiarizados con el destino, y que confían en sus marcas.
Por su parte, Juan Ignacio Rodríguez dio a conocer en cifras la importancia y el valor de este segmento de negocio. A nivel mundial se venden 20 mil millones de dólares en propiedad vacacional, en México se vendió el 25% de esa cifra; en 2019 fueron cinco mil 150 millones.
Ese monto de ventas presupone que el 45% de la oferta de playa es destinado a algún tipo de propiedad vacacional.
En los últimos cinco años creció 5.6% y la estadía es de 6.2 días, es el doble de lo común, duplica el número de viajeros y por consecuencia genera una derrama económica mayor.
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Chapur, Muhech y Rodríguez también recordaron que en los 30 años de la historia de los tiempos compartidos, sus propietarios son los primeros en regresar a los destinos turísticos después de huracanes, crisis económicas y de salud, porque invirtieron para los últimos 15 años o 20 años.
“En los últimos 10 a 15 años las propiedades vacacionales han sido los principales punteros del turismo en México, con una gran evolución en productos y servicios”, precisó Rodríguez.
DESTINOS BENEFICIADOS
Rodriguez agregó que mientras se mantengan las medidas sanitarias y se incrementen los vuelos entre México y otros países, particularmente Estados Unidos y Canadá, la recuperación será más rápida. Los beneficiados serán los corredores de Los Cabos y Cancún-Riviera Maya.
Tradicionalmente, los destinos que más rápido reciben turismo de tiempos compartidos son los corredores Los Cabos – Puerto Vallarta – Riviera Nayarit y Cancún-Riviera Maya. En menor escala están Mazatlán y Acapulco.
El 75% de las ventas son de Estados Unidos y Canadá, el mercado mexicano tiene mayor interés y adquiere propiedades en destinos que le sean cercanos vía carretera.
Un dato relevante fue que 77% de los compradores de tiempos compartidos estarían dispuestos a adquirir una segunda propiedad.
LABOR DE FONATUR
Para hacer el engranaje con los hoteleros, Alejandro Varela precisó que se continúan dando mantenimiento a la infraestructura urbana de los Centros Integralmente Planeados (CIP).
“Es un gran reto el no modificar la imagen urbana de los CIP’s con o sin ocupación hotelera. La infraestructura debe estar acorde a lo establecido por Fonatur. No podemos estar sujetos a ningún ciclo económico, tenemos que seguir con la inversión en mantenimiento preventivo y correctivo. La gente usa la infraestructura y debe verla impecable aunque los hoteles y comercios estén cerrados”, señaló.
Precisó que Fonatur, al igual que el resto de las dependencias gubernamentales, tuvieron recorte de gasto corriente. Ahora están tratando de hacer lo mismo con menos presupuesto.
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