El sueño de TAR inició el 14 de marzo de 2014, desde ese entonces para la compañía fue muy claro el objetivo de conectar ciudades y rutas desatendidas.
TAR se fundó en Querétaro y es precisamente en esa ciudad donde está su HUB principal. La aerolínea que inició operaciones con sólo tres jets de 50 asientos pretendía fortalecer el comercio y turismo entre las ciudades que conectaba. Para 2016 su flota era de 11 aviones con una red de rutas con 24 destinos y 43 pares de ciudades.
Tras la pandemia, la aerolínea redujo su operación a cinco o seis aviones pero no dio pasos atrás. Ricardo Bastón, director general de TAR, en entrevista para este medio comentó que tras la contingencia operan en 19 destinos con 28 rutas.
“Resistimos la pandemia gracias al compromiso de todos los empleados y a los socios comerciales. Afortunadamente el mercado nacional se ha recuperado favorablemente”.
De acuerdo al director, la compañía aérea ha logrado recuperar el 95% de su capacidad nacional pre pandemia. El aprendizaje después del Covid abarca la disciplina y mejoras en la interacción con los pasajeros. Entre empresas mejoró las colaboraciones y a nivel empresarial los obligó a reinventarse.
TAR se prepara para el regreso de algunos aviones que tuvieron que quedarse en tierra, hacia el final del año o a inicios de 2023 esperan haber recuperado la totalidad de sus rutas.
La misión continúa siendo la misma: conectar ciudades con pocas o ninguna ruta para favorecer a los usuarios y el crecimiento económico de los destinos.
“Es un honor estar al frente de una empresa que en su octavo año ya logró rentabilidad. 2022 es un año difícil por el Covid pero también es un año para consolidarnos” comentó Bastón.
En un mes y medio TAR planea además lanzar su app para facilitar a los clientes la reserva y gestión de viajes a través de medios digitales.
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