Algunos secretarios de turismo de los estados habían explorado la posibilidad de comenzar a cobrar multas a los prestadores de servicios turísticos que incumplieran con ciertas normas; lo que ahora puede tener un desenlace inusitado.
Esto ya sucedió en el pasado y era cuando se decía que la Secretaría de Turismo, que hoy encabeza Miguel Torruco, tenía “dientes”; lo que por cierto también derivó en no pocas “mordidas”.
Muy al estilo mexicano, los inspectores habilitados para cobrar dichas multas terminaron incurriendo en corruptelas; así es que en lugar de mejorar la calidad de los servicios, lo único que pasó fue que engrosaron sus bolsillos.
Fue en la época en que la secretaria de Turismo era Silvia Hernández, en el sexenio de Ernesto Zedillo, cuando ganó terreno la visión de que lo mejor era autorregularse, así es que paulatinamente desaparecieron los inspectores y las multas.
Pero la posibilidad existe con unos cambios a la Ley Orgánica de la Administración Pública, así es que en este tiempo de “vacas flacas”; algunos funcionarios estatales hicieron sendas consultas para saber si podían aplicar esas multas, con la idea de encontrar una fuente de recursos para la promoción turística.
El asunto es polémico, pues se trata de una medida a todas luces impopular en el sector y que además puede tener consecuencias indeseables, como los ya mencionados actos de corrupción.
Hay que decir que como contraparte, haber dejado sin castigo el incumplimiento de las normas de calidad ha ido en detrimento del consumidor; cuando no ha prosperado la deseable carga moral de la autorregulación.
Lo que nadie previó fue que se le despertaría el apetito a la Sectur federal y recientemente Ana María Rosas Muciño, directora general de Verificación y Sanción de Sectur, le está tratando de dar una vuelta de 180 grados a la mencionada consulta.
Ahora lo que ella está impulsando es que un grupo de estados, entre ellos los cinco que se beneficiarán directamente del Tren Maya, es decir Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas, encabecen un programa piloto para contraten a los inspectores y apliquen las multas.
Se trata del peor de los mundos, pues implicaría crear una estructura administrativa, pagar los sueldos y luego entregarle todo el dinero a la Federación; además a través de la Secretaría de Hacienda, lo que ni siquiera garantiza que regresará al turismo.
Así es que los estados no sólo están padeciendo por la falta de recursos federales para el turismo, sino que ahora los quieren seguir apretando con esta medida.
Divisadero
Thomas Cook. Roberto Cintrón, presidente de los hoteleros de Cancún, envió una carta a sus representados conminándolos a no cobrarles a sus clientes los servicios que deberá pagar el seguro que tenía contratada la agencia inglesa antes de entrar a la quiebra.
También les pidió que compartan la información que cada uno tenga, pues se estima que hasta ahora son mil 500 los pasajeros afectados que serán repatriados a Inglaterra en los próximos 15 días.
Además, los invitó a revisar la situación de las reservas hechas por Thomas Cook Escandinavia, para el mes de diciembre para que no devengan en quebrantos.