Más que la llegada en sí del crucero francés Ponant a Puerto Morelos, ya que se trata de una embarcación de lujo con apenas 200 pasajeros; los hoteleros de la zona están en “pie de guerra”, por el precedente que puede significar en el futuro.
Es decir que este barco se convierta en la “rendija” para abrir la puerta, para que en el futuro arriben barcos de mayor calado.
Como explicó Alejandro Zozaya, presidente de Apple Leisure Group a este espacio, la visión de los dueños de los hoteles es que ellos se encuentran en desventaja por los impuestos que tienen que pagar.
Además de que les molesta que se utilicen asientos de avión para transportar a esos viajeros hasta Cancún, al habilitar a Puerto Morelos como home port, pues significan habitaciones que se quedarán vacías.
Mientras otros especialistas, como Eduardo González Cid, propietario de Café Azul, empresa especializada en avituallamiento de cruceros, señalan que el impuesto sobre la renta es alto para los cruceros y que quienes viajan en ellos, no sólo dejan una derrama en los puertos sino que se convierten en promotores de los destinos.
Así es que esta semana, han aumentando las presiones en contra de la Administración Portuaria Integral (API) de Puerto Morelos, para que impida la operación de Ponant el 2 de noviembre con el argumento, primero, de que ese puerto no estaba autorizado para recibir pasajeros y más recientemente de que carece de instalaciones adecuadas.
La expectativa más probable es que el crucero tenga que partir de un puerto alterno como Cozumel o Majahual; una decisión que incumple los acuerdos previos y que ha motivado incluso que intervenga la embajada de Francia en México.
La competencia abierta generalmente trae aparejada más desarrollo y un claro ejemplo es Miami, uno de los home ports más importantes; lo que de ninguna manera ha frenado el desarrollo de su hotelería.
En Quintana Roo, como dice González Cid, cada sector turístico tiene su “villano favorito”, pues los taxistas se pelean con las transportadores y con Uber; mientras los hoteleros odian a las navieras.
Así es que en el corto plazo, Puerto Morelos al parecer seguirá sin poder recibir a los llamados hoteles flotantes.
Divisadero
Un gran desfile. Paola Félix, la directora del Fondo de Promoción Turística de la Ciudad de México, cortó el listón del Desfile Internacional del Día de Muertos, que tuvo una afluencia de 2.6 millones de personas.
La cobertura mediática fue muy positiva en medios extranjeros de la talla de The Washington Post, CNN y Reuters, pues las famosas calaveras inspiradas por el ingenio de José Guadalupe Posadas no tienen competencia en el mundo.
Más allá de las tradiciones profundas del Día de Muertos, que vienen el próximo fin de semana; la peculiar relación del mexicano con la muerte ha sido bien interpretada por este desfile que sigue creciendo y alcanzando cifras récord.
La participación de más de mil 500 voluntarios y el saldo blanco pese a la cantidad de personas, fueron otros dos elementos notables de este espectáculo en la CDMX.
