La Paz. Si en otros temas hay discrepancias, la mayoría de la sociedad y los políticos de todos los partidos que gobiernan y legislan en Baja California Sur (BCS), coinciden en que abrir el dorado a la pesca comercial sería un error muy costoso.
Hoy más que nunca el peligro es real, luego de que Claudia Yáñez Centeno, diputada federal por Colima y militante de Morena, retomara la iniciativa para reformar la Ley de Pesca con ese propósito.
Ella ha dicho que se trata de una iniciativa que sólo busca apoyar a los pescadores ribereños en situación de pobreza en estados de Nayarit y Colima.
Pero el dorado es una especie migratoria y su captura masiva en cualquier punto del país, amenazará a toda la población de una especie muy apreciada por los aficionados a la pesca deportiva.
Variedad que además es alimento esencial de las especies mayores como el marlin, el atún, el pez vela y el pez espada.
Una parteaguas en este debate será el 27 de febrero, cuando la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados ha convocado a un Foro sobre el tema.
Por un lado estarán quienes defienden una actividad como la pesca deportiva; que no sólo es sustentable sino la base del éxito de importantes destinos turísticos, como Los Cabos.
Del otro aparentemente estarían los pescadores ribereños, pero en la realidad se asoman los intereses de dueños de grandes flotas pesqueras que han visto mermada su rentabilidad debido a la disminución de otras especies y con ellas el subsidio del diesel.
También de grandes intermediarios que no pueden vender legalmente el dorado a Estados Unidos, cuando se captura incidentalmente o contraviniendo las reglas.
El autor de este espacio entrevistó a políticos; empresarios; pescadores ribereños y deportivos; hoteleros y expertos en biología, sobre este asunto que puede ser una nueva amenaza para el turismo.
Luis Andrés Córdoba, secretario de Pesca en BCS, aseguró que según las investigaciones realizadas en esta entidad, la derrama que genera la pesca deportiva alcanza los mil 600 millones de dólares al año.
Mientras que la pesca comercial ribereña genera una derrama de apenas tres mil millones de pesos, es decir menos de 160 millones de dólares al tipo de cambio actual.
No se trata de prácticas excluyentes, esta última es base de la alimentación de visitantes y locales; pero la pesca deportiva genera el sustento de más de 24 mil familias en el estado.
Luis Araiza, secretario de Turismo de BCS y presidente de la Unión de Secretarios Estatales de Turismo (Asetur), dijo que la pesca deportiva es vista a la distancia como una actividad que disfrutan algunos de los turistas más solventes.
Sin embargo, recordó que 30% de los visitantes que llegan al estado practican la pesca y que ello significa trabajo para las camaristas, los meseros, los chefs, los capitanes, ayudantes de las lanchas y muchas personas más cuyos empleos estarían en riesgo si desapareciera el dorado.
Mañana: 60 millones de pesos anuales en licencias.
Las cuentas de plano no salen.