Por lo general, los efectos de las turbulencias,pueden variar desde movimientos leves hasta perturbaciones peligrosas para los pasajeros, la tripulación y la integridad de la aeronave;por ello, algunos expertos culpan al cambio climático por el aumento de los incidentes relacionados con estos casos.
El mes pasado, el vuelo 889 de Alaska Airlines desde Portland, Oregón, a Honolulu fue otro vuelo que experimentó turbulencias extremas.
Según los informes, el incidente duró alrededor de 45 minutos, considerado como diferente a todo lo que los pasajeros o la tripulación habían experimentado en el pasado.
Antes de que el avión llegara a Honolulu, una de las sobrecargo informó que la turbulencia era la peor que había sentido en sus 23 años de trabajo.
Alaska confirmó el incidente como“turbulencia inesperada”, pero según los investigadores, es evidente que un tipo específico de turbulencia impredecible se ha vuelto más común.
Paul Williams, profesor de ciencia atmosférica en la Universidad de Reading, Inglaterra,aseguró que la “turbulencia en aire despejado” (clear air turbulence) es cada vez más frecuente, se presenta sin nubes ni inclemencias del tiempo, de ahí el nombre.
En altitudes superiores a los 15,000 pies, en cambio, es causado por la cizalladura del viento, que son cambios repentinos en la velocidad del viento y su dirección.
Williams sostuvo que la razón del aumento de la turbulencia en aire despejado es el cambio climático, dado que las temperaturas globales están aumentando a causa de los niveles de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, por lo que la corriente en chorro tiene más cizalladura del viento.
El profesor y sus colegas determinaron que la turbulencia severa podría empeorar con los años, según un estudio de seguimiento realizado utilizando simulaciones de modelos climáticos; en ellos, los hallazgos indicaron que la turbulencia en el aire despejado en el centro del hemisferio norte podría triplicarse en las próximas tres a seis décadas, dependiendo de los niveles de emisiones de efecto invernadero en el futuro.
“El problema es que la turbulencia en el aire despejado no se puede detectar porque está por encima de las nubes”, aseguró Carlo Scalo, profesor asociado de la Universidad de Purdue.
De 2009 a 2022, hubo 163 personas que sufrieron lesiones graves por turbulencias severas, según la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), según información de Simpleflying.