A partir del 21 de agosto entrará en vigor el Acuerdo de Transporte Aéreo entre México y Estados Unidos, luego que autoridades de ambos países intercambiaron notas diplomáticas.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx, señaló que “este acuerdo histórico, con uno de nuestros socios más grande en aviación, aumentará significativamente el comercio futuro y los viajes entre Estados Unidos y México. Nuestro éxito es el resultado de cuatro años de colaboración con el Gobierno de México”.
El nuevo acuerdo beneficiará a los viajeros, aerolíneas, aeropuertos, empresas y población de ambas naciones, al permitir mayor acceso a diferentes mercados.
Asimismo, el Departamento del Transporte (DOT, por sus siglas en inglés), también informó que se elevará y fortalecerá la relación comercial y económica, además de satisfacer la creciente demanda de las compañías instaladas en ambos lados de la frontera, ayudando así a impulsar el crecimiento económico en los sectores más allá de la aviación, incluyendo el turismo y la manufactura.
El 18 de diciembre de 2015 el Acuerdo fue firmado por los secretarios Foxx y Gerardo Ruiz Esparza, de México.
En México, el Senado de la República dio a conocer que el dictamen del Acuerdo fue avalado con 81 votos de las diferentes bancadas: PAN, PRD, PRI y PVEM.
El documento está listo para su publicación, por lo que fue enviado al presidente Enrique Peña Nieto.
Los beneficios que se obtendrán del acuerdo se reflejarán principalmente con el usuario a través del fomento de tarifas equitativas y más frecuencias y destinos.
En otro apartado se presenta una lista de rutas que podrán conectar varios destinos entre los dos países, es el caso de Dallas y San Antonio a Acapulco, Ciudad de México y Toluca, y de Baltimore, Houston, Los Ángeles y Nueva York a Ciudad de México y Toluca.
Otro listado incluye a Acapulco, Chihuahua, Ciudad de México, Guadalajara, Guaymas, Hermosillo, Huatulco, Ixtapa-Zihuatanejo, La Paz, Loreto, Manzanillo, Mazatlán, Monterrey, Puerto Escondido, Puerto Vallarta, San José del Cabo y Toluca a los aeropuertos de Baltimore, Cleveland, Detroit, Filadelfia y Washington.
Si bien el documento no contempla la total apertura del sector aeronáutico, ha sido llamado de “cielos abiertos” por los gobiernos estadounidense y mexicano, así como por participantes de la industria, debido a que incorpora cierta liberalización en los servicios de transporte aéreo internacional entre ambos países, entre los que destacan que más de dos aerolíneas operen entre un par de ciudades y que se puedan realizar vuelos charter hasta en un tercer país intermediario, es decir, se permitirá mayor acceso al mercado para las compañías aéreas de pasajeros y carga.
Aunque sí se destacó que el mercado doméstico se reserva a la industria nacional, por lo que está prohibido el traslado de pasajeros entre ciudades del mismo país por una línea extranjera, lo que se denomina como cabotaje.