Veracruz tiene una gran riqueza histórica, que le permite a sus visitantes viajar en el tiempo por medio de sus edificios y tradiciones, donde han dejado huella los personajes históricos más importantes desde la conquista hasta la actualidad.
Gracias a su ubicación geográfica, en el Estado de Veracruz se pueden practicar diversas actividades relacionadas con el ecoturismo, o bien, recorrer ciudades con un amplio acervo cultural como Orizaba, Córdoba, o el mismo Puerto.
Riquezas del Puerto
Al caminar por las calles del que sigue siendo el puerto más importante del país, se aprecian construcciones que se remontan siglos atrás cuando Veracruz era la única ciudad fundada por los españoles en todo el continente americano.
El recorrido comienza en el Centro histórico, una de las postales características de esa ciudad, donde la mayoría de sus edificios pertenecen al periodo colonial, destacando entre ellos su Catedral y el Zócalo, antiguamente llamado Plaza de Armas. Ahí se reunían las tropas en tiempo de guerra. Es común encontrar distintos eventos culturales, artísticos e inclusive por las noches personas bailando danzón.
En el centro también se ubica el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), un inmueble del siglo XVIII que es parte de las edificaciones coloniales que todavía conserva la ciudad y una de sus características son los muros de piedra múcara, rasgo de la arquitectura colonial porteña.
El Instituto tiene poco más de 30 años y posee 12 mil obras de arte de pintores como Diego Rivera y José Clemente Orozco; además de que cuentan con una feria del libro, la feria de cerámica y un programa de educación artística.
Cuando llegaron los españoles, la primera tierra que tocaron en América fue la región de la Antigua, a 40 minutos del Puerto. Localizada por la desembocadura del rio Huitzilapan o ríos de los Colibríes, por el cual Hernán Cortés llegó a México en 1519 y donde ahora se llevan a cabo recorridos en lancha de motor.
Su nombre se originó ya que la Villa Rica de la Vera Cruz fue trasladada al sitio actualmente conocido como La Antigua, para diferenciarla de la Nueva Vera Cruz. En este lugar se encuentran varios símbolos históricos de suma importancia en Veracruz para los visitantes.
Allí se ubica la primera casa de Hernán Cortés en tierras mexicanas; de esta construcción solo sobreviven las paredes, un cañón encontrado en las playas de chalchihuecan, y algunas raíces de los árboles que cubren por completo ese edificio dándole un aspecto llamativo.
A un lado de ese sitio está la Ceiba, el único árbol de la época que persiste y donde se cree que Cortés amarro sus Carabelas.
El recorrido sigue en la Ermita del Rosario, considerada la primera iglesia de América Continental construida entre 1523 y 1524 por los frailes franciscanos.
La Parroquia del Cristo del Buen Viaje es otra reliquia de la Antigua, fue construida a mediados del siglo XIX y ahí los viajeros pueden observar pilas bautismales hechas por manos indígenas.
La Ciudad de las Aguas
Conocida como la Ciudad de las Aguas Alegres, Orizaba está enclavada a dos horas y media de la ciudad de Veracruz en lo alto de las montañas que rodean al Estado.
Si bien, la ciudad es famosa por su cercanía con el nevado Pico de Orizaba, pero también por sus calles empedradas, sus diferentes puentes que atraviesan entre canales y por ser el único Pueblo Mágico que cuenta con una colección compuesta por 36 obras del destacado pintor Guanajuatense, Diego Rivera.
Por la mañana se aconseja recorrer la ribera del Río Orizaba, el conjunto de una ciudad colonial con un entorno ambiental de 3 kilómetros junto al río rodeado de 35 especies animales en cautiverio como venados, tigres, monos araña, avestruces y cocodrilos, entre otros.
Al caminar por ese espacio, los visitantes llegan hasta el acceso al teleférico que recorre 917 metros de distancia desde el paseo del río hasta el Ecoparque Cerro del Borrego.
Este es el tercer teleférico más largo de México y permite apreciar desde lo alto la ciudad. En la cima los turistas aprovechan para tomarse una selfie con el mirador de fondo, o bien, realizar senderismo, tirolesa y visitar el museo donde se encuentra todo lo relacionado a la histórica batalla entre el ejercito mexicano y los invasores franceses.
Otro atractivo de Orizaba es el Palacio de Hierro, un edificio emblemático traído desde Bélgica con el fin de servir como recinto municipal. Fue diseñado por Gustave Eiffel, creador de la Torre Eiffel de París y su estructura metálica es completamente desarmable.
El aroma a café es un pretexto más para acercarse a visitar ese palacio, y es que ese lugar además de contar con una cafetería que ofrece de los mejores cafés de la región, también es sede de varios museos y las oficinas de turismo.
Uno de los últimos conventos de la Nueva España se encuentra en Orizaba, donde los viajeros pueden ser testigos de la historia, vida y obra de los últimos franciscanos en esa villa, a través de un recorrido a las ruinas del Ex Convento de San José de García, sitio que a la fecha se encuentra en restauración, pero puede ser visitado.
El recorrido continúa hacia el Poliforum Mier y Pesado, uno de los edificios con mayor belleza arquitectónica de la región, conocido como “Castillo de Orizaba”, ya que es la única edificación en el Estado de Veracruz, que por su dimensión y forma, se asemeja a un castillo; rodeado de fuentes, jardines y restaurantes.
Apenas en mayo del año pasado ese espacio, que fue inaugurado en 1944, abrió sus puertas al público. Entre sus atractivos destaca el Museo Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como Cri Crí, cantautor orizabeño y creador de más de 300 personajes y de 240 canciones y composiciones que son reproducidas a través de una exhibición.
Asimismo, dentro del recinto se encuentran el Museo Orizaba Ayer y Hoy, que relata la historia de la ciudad, y el Museo del Traje, donde se muestra una amplia colección de trajes autóctonos pertenecientes de diversas regiones de la República Mexicana.
