Son lugares famosos por sus leyendas e historias de terror
Destinos como Ciudad de México, Jalisco, Querétaro y Yucatán son lugares donde se puede hacer turismo oscuro en México.
Hay ciertos puntos de estos sitios que encierran historias y leyendas sobrenaturales que los vuelven atractivos turísticos.
En el caso de Querétaro está la Casa de la Hiena, que se hizo popular porque supuestamente se aparecen los espíritus de tres niños.
La leyenda dice que en este lugar que ahora está abandonado, una madre asesinó a sus tres hijos hace algunos años.
La ex reina de belleza, Claudia Mijangos apuñaló a sus tres hijos Claudia de 11 años, Ana de 9 y Alfredo de 6 tras su divorcio.
Según las investigaciones del caso, “La Hiena” Mijangos asesinó a los niños por “órdenes de seres malignos”.
Guadalajara
El Panteón de Belén es otro lugar para hacer turismo oscuro, ya que cuenta con recorridos guiados por las tumbas.
Lleno de leyendas, hay una que destaca entre todas: la del niño Ignacio Torres, mejor conocido como Nachito.
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Su tumba es de las más visitadas ya que dicen que el pequeño falleció a causa de nictofobia o miedo a la oscuridad.
Tras su muerte en mayo de 1882, los lugareños aseguraron que su ataúd apareció sobre su lápida las 10 noches posteriores a su entierro.
Por lo que sus padres decidieron modificar su tumba y hacer ranuras para que entrara algo de luz en la cripta.
Yucatán
Misnebalam es un pueblo fantasma localizado a un costado de la carretera Mérida-Progreso famoso por su actividad paranormal.
Según los relatos, cuando murió Don Fidencio, en el pueblo empezaron a pasar cosas sin explicación y todos huyeron.
En el lugar se hacen visitas guiadas promovidas por el gobierno estatal y se invita a conocer el cenote, que antes era una hacienda.
CDMX
Otro de los grandes atractivos del turismo tétrico es la Ciudad de México, donde se ubica la Isla de las Muñecas en Xochimilco.
Los lugares indican que un hombre comenzó a colocar las muñecas por la isla para evitar que el fantasma de una mujer que se ahogó lo persiguiera.
No obstante, todos los juguetes cobraban vida en las noches para hacerle compañía al hombre.
