Para mi viajar es un estilo de vida, me hace crecer profesional y personalmente. Es una parte de mi vida si no viajo una vez al año creo que me da una ansiedad terrible.
En esta cuarentena me gustaría parar y recordar mis viajes, quiero contarles tres que me marcaron.
El viaje que me cambió la vida
La India es el viaje que todos deberían de hacer una vez en su vida. Me cambió en muchas cosas, entre ellas comer carne, ahora ya no como mucho, además comencé a creer más en la reencarnación y en el karma. En valorar las cosas que tienes e hice muy buenos amigos. Los templos son impresionantes, la comida y su riqueza cultural. La India te cambia.
Además, es el país más contrastante que tienes que conocer.
El viaje que todo salió mal
Cuando quise ir a Singapur, estaba en Bali y me iba a ir a para allá. El plan era visitar tres países en dos días. Sin embargo, hace años se me ocurrió ponerle un sello a mi pasaporte en Japón. Error. Nunca pensé que me traería consecuencias en el futuro y cuando llegué a la revisión en la aduana me revisaron como nunca en vida. Me dijeron que no podía entrar por el sello.
Al final no me dejaron pasar al país y tuve que estar en el aeropuerto. Estaba muy desesperada porque mi tarjeta no servía y no podía cambiar el poco dinero que tenía, estaba muy estresada y me puse a llorar; una chica me vio, se acercó y me dio dinero en vales para cambiar en el aeropuerto. Recuperé la fe en la humanidad. Me compré algo en Seven Eleven y me dormí para esperar mi siguiente vuelo a Vietnam.
Cuando creía que ahí acababa mi desgracia, llegue a Myanmar y resulta que necesitas 4 espacios en tu pasaporte. No los tenía y no pude entrar nuevamente. Recuerdo que me dijeron que tenía que regresar a China y de ahí a mi país. Me vendieron un boleto que al día siguiente no podía usar. Estaba muy enojada. Afortunadamente un chico se me acercó y le expliqué mi situación, ya al final él me ayudó a viajar directo a Shanghai y de ahí de regreso a mi casa. Fue mi viaje más salado.
El viaje en el que me enamoré
El viaje que te tienes que ir como “gordo en tobogán”, fue en Vietnam. Ahí conocí a un chico y terminamos viajando juntos, estuvimos saliendo a distancia. Mi consejo de la tía Ixpanea es… que te avientes, que dejes llevar.