La Corte Suprema de Brasil acaba de dictaminar que los viajeros internacionales entrantes deberán presentar prueba de vacunación Covid-19 para ingresar al país, la decisión contradice directamente los deseos expresos del presidente brasileño Jair Bolsonaro.
El propio presidente permanece sin vacunar y previamente ha impedido que Anvisa, la agencia reguladora de salud de la nación, requiera que los visitantes presenten prueba de vacunación. Bolsonaro ha criticado los mandatos de vacunas.
La decisión, dictada este sábado por el magistrado Luís Roberto Barroso, invalida un mandato del 30 de noviembre emitido por el gobierno federal, que solo requería un resultado negativo de la prueba de PCR para que los extranjeros ingresaran al país, al que los arribos no vacunados ordenaron la cuarentena por cinco días.
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Barroso argumentó que la propuesta de política del gobierno federal planteaba la “amenaza de promover el turismo antivacunas” para Brasil. De acuerdo a Reuters, alrededor del 85 por ciento de los adultos brasileños están completamente vacunados, y el promedio de muertes por día de la semana pasada había caído a alrededor de 200 desde un máximo de 3,000 en abril.
El juez permitió algunas excepciones para los viajeros extranjeros entrantes con exenciones por problemas de salud y los que vienen de países sin acceso generalizado a las vacunas. En cambio, los extranjeros no vacunados que ingresen a Brasil deberán permanecer en cuarentena durante cinco días mientras se registran de manera rutinaria con una agencia de salud, y realizar otra prueba al final del período de cinco días.
Los viajeros internacionales entrantes aún deberán presentar un resultado negativo de la prueba de PCR y completar el formulario de declaración de salud de Anvisa antes de poder abordar sus vuelos con destino a Brasil.
No se aclaró de inmediato cuándo se implementarán los cambios de política, y el fallo de Barroso aún debe ser aprobado por los otros diez jueces de la corte suprema la próxima semana.
