Marcos Achar, empresario que encabeza el grupo con los derechos para operar Visitmexico, hace una metáfora doblemente divertida viniendo de un miembro destacado de la comunidad judía en México.
Dice que la relación entre el gobierno y los empresarios es como los “huevos con jamón”; pues el primero pone los huevos, pero los segundos aportan el capital que compara con la carne del cerdo; y si las cosas no funcionan los que realmente están en peligro son los segundos.
Ex director general de Comex, empresa que fundó su padre don Alfredo Achar, y que vendieron recientemente; cuenta que en el negocio de la pintura hizo alianzas de beneficio común para trasladarles mejores condiciones de negocio a sus competidores y ganar todos más.
Por ello y siendo ajeno al negocio turístico, le ha sorprendido encontrar que haya tantas agrupaciones empresariales operando en sentido contrario; aunque todos busquen el beneficio del país y del sector.
Achar estuvo en el Encuentro del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y recordó la plática de David Goldstein, presidente de Destination Canada, quien relató que a su arribo los empresarios y las empresas turísticas de ese país tiraban sus “flechas” para todos lados y que ahora apuntan al mismo lugar.
Si no hacemos en México lo mismo, reflexiona, será todavía más complicado que el turismo crezca en el futuro.
El presidente de Visitmexico dice que está invirtiendo 10 millones de dólares y que espera alcanzar el punto de equilibrio a mediados del próximo año.
Su propuesta es comercializar en Visitmexico la producción de contenidos, mediante firmas como Discovery Channel o Lonely Planet; también mercadotecnia digital, desarrollando pauta en plataformas como Google o en redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter.
Además ofrecerá relaciones públicas internacionales y manejo de crisis en alianza con 3AW y en México con Guerra Castellanos.
Y busca contribuir con la generación de data, información valiosa para la toma de decisiones de las empresas turísticas que permita identificar tendencias anticipadamente.
Achar está negociando con empresas como Posadas, Amstar y Aeroméxico; aunque su reto es llegar también a los destinos y al mayor número posible de empresas turísticas.
Un reto ha sido que el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), que finaliza su proceso de liquidación, no le ha entregado todas las licencias y contenidos que ofreció originalmente.
Asunto que espera resolver en las siguientes semanas, aunque ya ha sido una prueba de lo compleja que resulta la burocracia gubernamental.
Está convencido, porque así se lo dijeron en la Secretaría de Turismo, que los estados tienen “etiquetados” para este fin los recursos del impuesto al hospedaje y le cuesta aceptar que la mayoría de esos fondos se destinan a otros propósitos.
Finalmente sostiene que el éxito o fracaso de este negocio no cambiará su estilo de vida; pero que si el turismo cae se perderá una de las grandes y pocas oportunidades que tienen México y las generaciones futuras.
Así es que dice estar entusiasmado en aportar, para que subsista el “jamón” de su metáfora empresarial.