Una campaña que aborda el turismo y el narco

 
Carlos Velázquez
hrs.

Riviera Maya. Desde el fin de semana pasado el gobierno de Quintana Roo arrancó una campaña para que viajeros internacionales, fundamentalmente de Estados Unidos, tomen conciencia de los riesgos de comprar y vender drogas en esa entidad.



En uno de los anuncios, que están en el aeropuerto, en los hoteles y en las zonas de mayor afluencia turística, se observa a una joven gritando detrás de unos barrotes y la leyenda en inglés dice:
“No conviertas tus vacaciones en una estancia permanente”.

Otras más juega con las palabras del mismo idioma y dice algo así como “la diversión más cool o popular, puede ponerte en un cooler o refrigerador”, acompañado de una siniestra foto de unos pies asomándose por una gaveta de una nevera forense.

Este creativo de humor negro, incluyó en otra aplicación el mensaje: “No conviertas tus vacaciones en un descanso eterno”.

Visto así de golpe es una apuesta arriesgada y al principio, incluso, los hoteleros se opusieron a que esas imágenes sirvieran de bienvenida para los turistas.

Sin embargo, la historia tiene antecedentes y son algunos encuentros entre los funcionarios del gobierno de Carlos Joaquín González y el embajador estadounidense Ken Salazar.

Este último ha apoyado la campaña, pues coincide en que muchos de sus connacionales creen que drogarse es legal en México.

El tráfico de estupefacientes es un problema que se genera en buena medida por la afición de nuestros vecinos del norte a las drogas y se acentúa por la creeencia de que consumirlas aquí es menos riesgoso que hacerlo en su país.

La campaña está orientada a desmentir esa creencia y la expectativa es que contribuya a reducir la demanda de drogas o por lo menos a que los compradores tomen consciencia de los riesgos de hacerlo.

El gobernador Joaquín dijo a este espacio, que en la recta final de su gobierno no se puede desestimar el esfuerzo y las inversiones hechos para crear un C5, como se le conoce a los centros de vigilancia más avanzados, ni al trabajo conjunto con la Guardia Nacional.

Pero también sabe que cualquier hecho de violencia vinculado a marcas turísticas tan famosas como Cancún, Riviera Maya o Tulum es magnificado por los medios de comunicación, que terminan dañando la imagen del estado.

No es tapar el sol con un dedo, la violencia también existe en Jamaica o en Belice; los menús de drogas clasificados por su “calidad” son famosos en Ibiza y al fenómeno imparable del tráfico de drogas, se suma también el interés mediático de magnificarlo, que es la otra cara de la moneda de pretender ocultarlo.

Joaquín sostiene que su legado, cuando deje la gubernatura dentro de seis meses, será haber transparentado las cifras oficiales y democratizado el estado; luego de un periodo de “dictadura”, el calificativo es del gobernador, como fue el del inefable Roberto Borge.

Ahora no hay limitaciones para la libertad de expresión y la campaña sobre las drogas abre un tema que forma parte de una realidad y parece fundada en aquella frase que dice: “Bajo advertencia, no hay engaño”.

Si los resultados son los deseados seguramente otros destinos seguirán este ejemplo; quizá en el futuro llegue ese paso definitivo que sería legalizar las drogas en México y combatirlas con educación, prevención y buenos argumentos.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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