Si el 14 de febrero es otro de esos días inventados por el hombre para impulsar las ventas, en este caso en nombre del amor; otro derivado de este mismo tema es el negocio de las bodas que representan un gran negocio para los destinos mexicanos.
Las cifras son impresionantes, por ejemplo en Quintana Roo se estima que se realizan entre 25 y 30 mil bodas al año, de acuerdo con Lizie Cole que es la directora de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún.
El promedio de participantes es de 35 y los principales mercados emisores son Estados Unidos, el resto de México, América Latina, Canadá, España y el Reino Unido.
Sin embargo, en el segmento de lujo hay casos impresionantes, al respecto Jaime Jaramillo, director general del Hotel Nizuc, dijo a este espacio que el año pasado se llevaron a cabo más de 30 bodas en dicha propiedad y que una de ellas costó más 1.2 millones de dólares.
Además una pareja brasileña pagó más de 800 mil dólares y estas cifras sólo incluyen las rentas de las habitaciones y consumos dentro del hotel; pues estos eventos requieren de otros muchos proveedores como transportadoras terrestres y líneas aéreas.
En Puerto Vallarta se realizaron, por su parte, más de 600 bodas y Javier Aranda, director del Fideicomiso de Promoción Turística de ese destino, consideró que de ellas 70% fueron de heterosexuales y 30% del segmento de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT).
Además este último nicho, dijo, está creciendo a un ritmo mayor que las bodas entre heterosexuales.
Fernando Olivera, secretario de Turismo de Guanajuato, refirió que en San Miguel de Allende se realizaron más de 700 bodas el año pasado.
Añadió que la plaza no sólo es el destino colonial más importante para este mercado, sin que supera a muchos destino de sol y playa.
Un enorme negocio que comienza con la frase: “sí, acepto”…
Divisadero
Ríu. Y si en México se han escrito muchas historias sobre los presuntos actos de corrupción en que ha incurrido la familia Ríu Guëll, de los hoteles españoles RIU, allá en Cancún; la realidad es que no se han probado y han pasado a formar parte del anecdotario turístico, entre otras razones debido a las inconsistencias del sistema legal mexicano.
Por ello es interesante lo que ocurrió este 6 de febrero en Miami, cuando Luis Ríu Güell, uno de los principales accionistas de dicha compañía, fue arrestado unas horas acusado de cohecho.
El empresario es investigado por haber ofrecido estancias gratuitas en algunos hoteles de lujo a Mariano Fernández, quien era el director de Construcción de esa ciudad de Estados Unidos.
El propósito de tanta generosidad, habría sido agilizar los permisos de construcción del RIU Plaza en South Beach; así es Ríu Güell se entregó voluntariamente, pagó una fianza de 20 mil dólares y regresó a España.
Sus abogados declararon que estaban ansiosos por demostrar la inocencia de su cliente, un reto en un país reconocido por el respeto a sus leyes.