Hablemos de Turismo con la Dra. Nathalie Desplas
Desde hace miles de años, las culturas más avanzadas se guiaban por las estrellas cuando de ubicación se trataba. Esta no es una práctica nueva, pues la humanidad ha desarrollado esta técnica desde inicios de la civilización misma. Después, esta técnica fue utilizada para ubicarse en viajes largos, para saber dónde estaba el norte, el sur, el este y oeste y corroborar que la dirección tomada era la correcta. Sin embargo, con la innovación en nuevas formas de ubicación, esto dejó de ser indispensable.
Hoy en día, el avistamiento de astros y fenómenos como eclipses, lluvias de estrellas o hasta nacimientos de nuevos planetas, ha obtenido una tendencia en importante crecimiento a través de los últimos años. Ya no es para guiarse, sino para admirar los cuerpos celestes disponibles a la capacidad de la vista humana, o asistida por herramientas como telescopios u observatorios científicos. Sin embargo, debido a la contaminación ambiental, contaminación lumínica y posición geográfica, lograr ver las estrellas y los planetas implica un entorno ad hoc bien definido. Por ello, cada vez más turistas buscan las locaciones más adecuadas alrededor del globo donde puedan avistar cuerpos o fenómenos en el espacio exterior. Estos lugares suelen ser zonas alejadas de las ciudades donde no se presenta contaminación alguna.
En la actualidad existen oportunidades para hacer astroturismo en países como España o Islandia que despliegan una infraestructura óptica de observación astronómica de relevancia y muchas noches con cielo despejado al año. También, nuestro país presenta una oferta considerable de lugares para este tipo de turismo. Con alrededor de 280 alojamientos dedicados a este tipo de actividades, México es el segundo destino más importante para hacer turismo astronómico en América Latina después de Chile. Entre los lugares más atractivos para el turismo astronómico en nuestro país están la Zona del Silencio (Chihuahua, Durango y Coahuila), el Salto (Durango) y el Parque Nacional San Pedro Mártir (Baja California), entre otros. En estas locaciones se ofrece alojarse en cabañas, probar la cocina tradicional, ser parte de la cultura local, y a partir de que se mete el sol, preparar el telescopio para disfrutar de los avistamientos de los astros.
El turismo astronómico es uno de los subsectores del turismo con gran potencial de crecimiento y participación económica importante. En México, este mismo se presta para seguir promoviendo un turismo sustentable debido a las circunstancias, características y el estudio de las actividades que fomentan el astroturismo, ligan de alguna manera la investigación de nuestra existencia en la Tierra y la importancia de preservar la misma. Esta es una muestra más de que México lo tiene todo para seguir impulsando el desarrollo en cualquier lugar y comunidad de nuestro país. Trabajemos por seguir ofreciendo experiencias únicas y de calidad mundial en beneficio de nuestras comunidades.
*La autora es directora de Turismo del estado de Chihuahua.