Lo que implica que López Obrador use aviones comerciales

 
Isabel Gordoa
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Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, ha declarado que venderá la flota de aeronaves del Gobierno Federal, incluido el nuevo avión presidencial, así como su renuncia a la seguridad oficial y a la residencia de Los Pinos, y que eso no afectará su desempeño como mandatario.

“No es necesario viajar en avión comercial, porque actualmente se está comunicado a donde vayas, aún y cuando haya atrasos en vuelos y no llegue a tiempo”, señaló el próximo presidente de México.



Destacó que al menos cuatro presidentes o primeros ministros, han viajado en vuelos comerciales, entre ellos: José Mujica de Uruguay, David Cameron de Reino Unido, Jimmy Morales de Guatemala y Mauricio Macri de Argentina.

Mencionó que viajará por carreteras, en aviones comerciales, e incluso, considera válido el uso de taxis aéreos, como una medida para disminuir los gastos presidenciales en beneficio de los mexicanos y poder dar un ejemplo de no perder el contacto cotidiano con la sociedad.

Resaló que sólo el avión presidencial costó casi tres mil millones de pesos, los cuales serán cubiertos en 15 años, por lo que pretende ofertarlo a Donald Trump, el mandatario estadunidense.

La firma Ascend Flightglobal Consultancy indicó que si se vende el “José Ma. Morelos y Pavón”, se perderá por lo menos el 58 por ciento de su costo.

Los riesgos que implicaría

“Me cuida la gente, el que lucha por la justicia no tiene nada que temer”, afirmó el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

En ese sentido, explicó que no va a desaparecer el Estado Mayor Presidencial (EMP), cuerpo militar de elite, sino que se va a incorporar a la Secretaría de Defensa por completo y ya no estará encargado de custodiar al Presidente de la República.

De acuerdo con Gustavo López, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales del Tec de Monterrey, quien develó información para Nación 321, la principal razón por la que el Ejecutivo mexicano necesita transportarse en un avión oficial es una cuestión de seguridad nacional.

El académico señaló que, en un contexto como el mexicano donde el presidente es el jefe de Estado, su investidura requiere de los suficientes elementos de seguridad para que no se ponga en riesgo su vida.

“La construcción de la administración pública mexicana hace que dependa del presidente; su ausencia pondría en riesgo el proceso de toma de decisiones en todos los espacios”, explicó.

Agregó: “si el Ejecutivo mexicano vuela en cualquier aerolínea, el EMP tendría que tomar el control del aparato, pues ese órgano es el encargado de velar en todo momento por la seguridad del presidente y se tendría que hacer una revisión exhaustiva al resto de pasajeros y tripulación, además de asegurar el aeropuerto que se usaría, lo que seguramente ocasionaría demoras adicionales”.

“Hacerlo implicaría una logística que pondría en riesgo no únicamente al presidente, sino también al resto de las personas que utilizan esos servicios en ese momento determinado.”

Gustavo López se refiere a que, por ejemplo, se filtre información sobre el vuelo comercial en el que viajará el presidente mexicano, lo que haría a ese avión blanco de posibles ataques terroristas o con fines de desestabilización política y social.

Además, hay dos diferencias clave entre un avión comercial y uno oficial: sus horas de vuelo y su mantenimiento. Un transporte presidencial no tiene tantas horas de vuelo como el de cualquier aerolínea y su mantenimiento tiene rigor militar a cargo del Estado Mayor.



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