Actualmente el mercado transfronterizo entre México y Estados Unidos es el tercer más grande del mundo; sin embargo, podría llegar a ser el primero si se trabaja en factores como el desarrollo de infraestructura, mejores prácticas, regulación y servicio al cliente de calidad, según Sergio Allard, presidente de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).
Estos son algunos de los objetivos que se persiguen mediante la firma del Convenio Bilateral sobre Transporte Aéreo entre México y Estados Unidos que busca aumentar la competencia y expandir el mercado transfronterizo de aviación, que desde hace tres años crece a un ritmo de doble dígito.
“El año pasado llegamos a 25 millones de pasajeros entre estas dos naciones. Por cada habitante en México se transportó 0.6 pasajeros en avión, en Estados Unidos 2.3 y la media mundial es de uno, si tenemos 125 millones de habitantes, nos permite notar que tenemos un gran potencial de crecimiento”, explicó.
Agregó que este convenio pone a México al nivel de otros países, pues la última vez que se firmó un acuerdo así bilateral entre México y Estados Unidos fue en 1960, mientras que en Europa, Colombia, Perú, Chile, Brasil; entre otros, ya existen acuerdos bilaterales con Estados Unidos. Además permite que cada aerolínea bajo su modelo de negocio pueda profundizar alianzas.
“El acuerdo abrirá todas las designaciones para que ambos países operen rutas entre sus ciudades, pues actualmente cada una solo puede ser manipulada por dos aerolíneas”, señaló.
Aunado a ello, se hará posible que las rutas de carga entre México, el país norteamericano, y una tercera nación puedan iniciar y terminar sus vuelos en Estados Unidos, lo mismo ocurrirá con las líneas americanas.
Sin embargo, “en estos acuerdos no se incluye el cabotaje, una línea americana no podrá volar ninguna ruta nacional y ninguna aerolínea mexicana podrá volar dentro de Estados Unidos”, señaló
México tiene por un lado, la oportunidad de aumentar el número de oferta y visitantes; y por otro lado actualizar su aviación para que esté equilibrada con las mejores prácticas de la aviación norteamericana.
Finalmente, explicó que aún se debe trabajar en temas fundamentales de operativa y competitividad, esta última tiene que ver con los costos de proveeduría y servicio que ofrece el Gobierno Federal.