México requiere de una política de aviación a largo plazo que proyecte un crecimiento acompañado de buenas decisiones en infraestructura y con un marco regulatorio eficaz, opinó Rosario Avilés, especialista en temas de aeronáutica.
Esto lo dijo luego que la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) diera a conocer sus proyecciones para este año: una reducción de ocho dólares en el precio del combustible, un crecimiento en el número de pasajeros de 6% y ganancias netas de tres mil millones de dólares.
Para que México se beneficie de ello, explicó Avilés, se requiere una reducción en los impuestos a los combustibles, en el caso de la turbosina, y para los pasajeros, ya que en 2019 la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) tiene un crecimiento de 2.5% y eso podría encarecer los boletos de avión.
También recomendó que se realice un ejercicio con el Gobierno Federal para que se apoye el crecimiento de la aviación mexicana y se generen mejores perspectivas para el país.
Para el resto de la región también hay retos, agregó, como la baja capacidad aeroportuaria, impuestos altos para las operaciones aéreas y el combustible; al igual que en México también falta un marco regulatorio que sea más adecuado y moderno que permita hacer mejores convenios entre países e, incluso, se puedan comprar o vender aerolíneas, ya que está muy restringido en la zona.
De acuerdo con la IATA, esas limitaciones harán que en los próximos ocho años la región pierda 42 mil millones de dólares.
América del Norte sigue siendo el mercado principal de las aerolíneas con un margen de utilidad de 9.8%, Europa está más bajo con 6.5% y Asia Pacífico con 6.1 por ciento.